Por Angie Barbosa - contextoganadero.com
En Casanare, Jorge Barragán lleva trece años defendiendo al jaguar, y por eso ahora su finca es el único lugar en Colombia desde donde se puede observar un jaguar en su medio natural.
Jorge Barragán se convirtió en un protector del jaguar desde el año 2009 cuando vio al depredador en una fotografía tomada por una cámara trampa, instalada por una estudiante que le pidió su ayuda para desarrollar un proyecto. Desde entonces, no ha dejado de tener cámaras para observarlos y empezó un proceso de aprendizaje sobre estos animales. Puso freno a la expansión de su ganadería y apostó por cuidar el hábitat del jaguar en el municipio de Hato Corozal, donde está ubicada su finca familiar.
Aunque para muchos ganaderos el jaguar representa una amenaza en sus fincas, para Jorge Barragán se convirtió en un símbolo, desde que, hace más de una década, se aficionó con el felino más grande de América y desde entonces no le ha importado perder algunas vacas en el camino por conservar la especie.
A sus 62 años, Jorge es dueño de muchas cabezas y de un predio llamada la Aurora y está convencido de que el animal vale más vivo que muerto, y por eso, ahora, su propiedad es el único lugar en Colombia en donde se tiene la posibilidad de ver un jaguar en su medio natural.
De su padre aprendió la conservación ambiental, de ahí que la cacería de animales silvestres en la propiedad fuera restringida hace más de 30 años por consenso familiar.
El jaguar, también conocido en otros países como yaguareté o tigre mariposo, es el tercer felino más grande del planeta y el depredador más feroz de la región. Su mandíbula es la más poderosa entre todos los felinos: puede atravesar el caparazón de una tortuga y son muy buenos nadadores, pero su existencia está en riesgo. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza el jaguar es una especie “casi amenazada” que ha desaparecido del 46% de su territorio original.
Para que sobrevivan, los jaguares necesitan grandes territorios, por lo que proteger a la especie significa conservar amplias extensiones de bosque. Su presencia solo indica una cosa: el ecosistema está en buen estado. “Algo muy llamativo que dentro de una ganadería tengamos la presencia de los grandes felinos, es que es una forma de saber que tú tienes un ecosistema bien equilibrado” dice Barragán.
Qué hacer para preservar el jaguar
Para preservar los felinos, Barragán ha implementado soluciones que van desde la instalación de cercas electrificadas para resguardar a los bovinos más jóvenes, hasta la introducción de razas de ganado más fuertes que defienden el resto de la manada con el fin de mitigar la depredación.
Hoy en día, el ganadero revisa periódicamente una docena de cámaras ubicadas en puntos selváticos de La Aurora y tras 13 años de monitoreo hay registro de que habita una población de 65 jaguares y permanecen en su terreno de 10 a 12 jaguares al mes.
El caso de Barragán ha sido ejemplo para que otros ganaderos se sumen a la preservación del jaguar y tejan una red de ganaderos en pro del medio ambiente.