De acuerdo con el reporte del Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SiB Colombia) y la Resolución 0126 de 2024 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), un total de 317 especies en el Meta se encuentran actualmente amenazadas debido a la creciente presión de las actividades humanas sobre los ecosistemas del departamento.
De estas especies, 51 están catalogadas como En Peligro Crítico (CR), lo que significa que quedan muy pocos ejemplares en el medio silvestre y existe un alto riesgo de que desaparezcan en un plazo de aproximadamente 10 años. Entre ellas, se destacan el caimán llanero, la rana saltona de Villavicencio y el cóndor de los Andes.
Por otro lado, 107 especies están en la categoría de En Peligro (EN), lo que implica un riesgo de extinción de al menos el 20 % dentro de los próximos 20 años. Entre estas se encuentran el delfín rosado, la nutria gigante y la tortuga terecay. Además, 159 especies se encuentran catalogadas como Vulnerables (VU), como el oso palmero, el águila arpía y el oso de anteojos, que corren el riesgo de ser clasificadas en peligro de extinción si no se toman acciones de conservación a corto plazo.
Ante este panorama, Cormacarena ha priorizado la protección de 10 especies amenazadas en el territorio y ha establecido convenios de cooperación para ejecutar proyectos de investigación, planes de conservación, monitoreo mediante cámaras trampa y actividades de rescate, rehabilitación, liberación y/o reubicación de especies de fauna silvestre catalogadas en algún grado de amenaza. Estas acciones buscan garantizar su supervivencia en los ecosistemas del Meta.
La corporación invitó a la comunidad en general, a las instituciones y a entidades privadas, a involucrarse en el cuidado y la preservación de estas especies, pues su existencia es vital para el desarrollo y la conservación de los ecosistemas.