Por Leonardo Puentes*

Comienza a correr el año nuevo y con él a aproximarse importantes y decisivos momentos para Yopal, nuestra capital. Este es el último año de un ciclo administrativo difícil para los yopaleños, en el cual todos los actores de la vida pública municipal, desde el alcalde, su equipo de trabajo, los concejales, ediles y demás funcionarios que estamos vinculados a la administración, debemos dar cuenta de nuestras actuaciones, logros y posiciones frente a lo que ha ocurrido en Yopal.

El alcalde se nos anticipó y desde ya dejó claro que en sus cuentas el 90% de sus compromisos con Yopal ya están cumplidos. A mí realmente esas cuentas no me cuadran, y creo coincidir en esto con un sector mayoritario de la ciudadanía, al menos si nos atenemos a los sondeos nacionales y al testimonio ciudadano en las calles.

Por el contrario, estoy convencido que la mayoría percibimos que en asuntos críticos la deuda con Yopal es muy alta. La promesa del suministro de agua potable en el primer año de gobierno, por ejemplo, se convirtió en una costosísima factura de ineficiencia y corrupción, que una vez más tenemos que pagar los ciudadanos sin derecho a pataleo y con una carga adicional de impunidad inexplicable: 1320 días Sin Agua POTABLE.

Habrá que revisar a fondo las cifras de otros sectores como el de vivienda, alrededor del cual se generaron altísimas expectativas, sin que haya sido posible adelantar desde el Concejo un debate de control indispensable, que cité en dos oportunidades y fue eludido de manera evidentemente deliberada y cohonestada con la administración municipal.

En otros asuntos muy sensibles, como las problemáticas de accidentalidad de tránsito y de seguridad la situación es realmente alarmante; nunca como hoy los yopaleños percibimos que la delincuencia común hace de las suyas en cualquier esquina y a cualquier hora, sin que las autoridades de policía, a juzgar por las cifras, tengan capacidad de contener el problema.

Así pues el 2015 será el año de las evaluaciones, lo cual me obliga por supuesto igualmente a hacer un ejercicio de rendición de cuentas ante la ciudadanía de Yopal, que realizaré próximamente.

Pero este será también un año en que nuevamente tendremos la oportunidad de tomar las decisiones; una vez más seremos convocados a elegir al grupo de hombres y mujeres que llevarán las riendas del municipio durante los próximos cuatro años.

Dadas estas circunstancias espero e invito a que sean muchos más los ciudadanos y ciudadanas ajenos a la actividad política que, como yo hace cerca de cuatro años, tomen la decisión de incursionar en este difícil terreno y contribuyan a contener el desangre que sigue causando el peor flagelo de nuestra sociedad: la corrupción.

ADENDA: Espero también que el Procurador Alejandro Ordoñez por fin evalúe, decida y cierre de una vez por todas este capítulo de incertidumbre y silencio que tanto le ha costado a Yopal. De la Fiscalía y la Contraloría también es razonable esperar algún pronunciamiento.

*Concejal de Yopal