Por Oscar Medina Gómez*

A media marcha –porque todas sus áreas no están operando- desde hace varios meses el Parque Deportivo Los Hobos en Yopal está funcionando. Una gigantesca obra concebida para el goce y sana recreación de miles de casanareños que, con una inversión multimillonaria de la Gobernación de Casanare e indiscutibles sobrecostos y sombras de corrupción, finalmente fue abierta al público.

A un costo superior a los 15 mil millones de pesos, son varias canchas de fútbol, baloncesto, tenis, vóleyplaya, atracciones infantiles, ciclo-rutas, zonas biosaludables para las familias y otras atracciones que la gente puede encontrar allí. En una ciudad como Yopal, donde no propiamente abunda el menú de sana, deportiva y culturizante recreación. Eso sí, los burdeles, los bebederos de mala muerte, las canchas de tejo, los bares y los billares los tenemos en cada esquina.

Con toda razón, el alcalde Leonardo Puentes ha dicho que esta obra debe ser rentable, eficiente, productiva y duradera para el municipio y para el departamento. No hay duda alguna. Que la tenemos que cuidar con esmero todos no sólo porque es un bien público, sino porque en su género es la única que tenemos.

Por eso es clave que la operación, la administración del Parque Deportivo Los Hobos debe quedar en manos de empresarios privados. Que no del Estado. Bien lo sabemos: el Estado es el peor y más corrupto administrador de los bienes públicos. Todo lo vuelve trizas. Lo desaparece. Así muchos critiquen la tercerización de los servicios que ofrece los gobiernos, es la mejor fórmula para lograr algo de calidad y excelencia.

Es clave entonces, alcalde Puentes, que el negocio de la administración del Parque tiene que irse a concurso de méritos, licitación o bien a una selección abreviada. Para eso está la Ley 80 de contratación estatal. A un proceso abierto donde gane la mejor propuesta del sector privado. Que no necesariamente tiene que ser de Casanare. Lo fundamental aquí es que el contratista garantice atención, calidad y servicio con excelencia.

Es lógico entonces que el Parque no puede seguir abierto de forma gratuita al público. Claro que no. Los costos de mantenimiento, administración, operación y demás son tremendamente elevados al mes. Aquí estoy especulando, pero la cifra podría estar por encima de los 50 millones de pesos.

Además, eso de que el Estado esté regalando no sólo casa, carro, beca y comida sino parques multifuncionales, pues simplemente lleva a la quiebra al país. Vayan y pregúntenle a la gente de “paraísos socialistas” como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Corea del Norte, Argentina y otros, a ver cómo les ha ido. En cabeza de esas naciones están y han estado populistas corruptos que han hundido sus economías y nivel de vida. Bandidos que han empobrecido groseramente esos países y sus pueblos.

Eso sí, alcalde, además de haber ordenado recientemente que se impida el ingreso de mascotas que van dejando su caca por todas partes dentro del Parque Deportivo Los Hobos, tampoco deje meter nuevamente en él las manos de Santiago Marín Gómez, el ladino gerente del INDERCAS. La caca de este sujeto huele más fétido. Digo yo.

*Periodista


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