El ejemplo cunde y todos los procesos de corrupción que se han visto en la Gobernación, en las alcaldías y en la Asamblea se están multiplicando en las Juntas de Acción Comunal rurales, en donde los miembros de estas organizaciones que deben luchar por el beneficio de los afiliados, han cambiado sus funciones buscando beneficios personales, generando inconformismo entre los campesinos y entre los dueños de los hatos que no ven con buenos ojos esta pérdida de valores.

Estas prácticas son notables y han surgido principalmente en zonas petroleras, donde se han creado organizaciones, que las conforman algunos concejales, los presidentes de Juntas de Acción Comunal y directivos de las organizaciones a nivel departamental y zonal.

En estas zonas las presidencias de las JAC se pelean, se compran y se negocian, por cuanto en una negociación no cuenta la Junta Directiva, no señores! vale el presidente, quien chantajea a la empresa, exige prebendas, cobra por asistir a socializaciones o reuniones con los petroleros, vende servicios, alquila camionetas de empresas o Cooperativas que el mismo ayuda a crear, vende cupos para trabajar, etc.

Cuando alguna empresa busca otra forma de lograr entrar a la región sin acceder a las condiciones, ese presidente se confabula con algunos concejales y amenaza con paros o los hace de hecho con campesinos que nunca saben por qué pero allí están porque fueron llevados engañados bajo unas frases de cajón y que producen el efecto en los medios, las IAS, las Ong’s: “ … las empresas están atropellando a las comunidades, están poniendo en riesgo el medio ambiente, contaminan y acaban el agua…” y entonces los funcionarios de campo que ven la operación en riesgo, en su debilidad, mandan mensajes a los directivos y estos bajo la presión e ignorancia, envían a alguien que viene y se congracia y logra que los falsos líderes lo muestren como una persona que sí entiende y no como el dictador que tienen en campo e inmediatamente accede a las pretensiones y las empresas quedan marcadas para resolver en las mismas condiciones nuevos eventos! Todo vuelve a la normalidad y parece que con el sometimiento de las empresas a sus intereses mezquinos, los daños ambientales y todas las quejas graves, desaparecen. Así las cosas no son estos fulanos unos Magos?

Pero lo más grave es que se toman autonomías y competencias que ni remotamente les asigna la Ley; vetan empresas, limitan el libre trabajo, crean cooperativas o empresas constructivas para que sólo con ellas se contraten todas las obras de infraestructura o de servicios que requieren las operadoras.

Son múltiples los ejemplos de los abusos que cometen los concejales en conciliábulos con los comunitarios a pesar de que la Ley 1551 del 2012 explicitó y definió funciones en términos del manejo del sector petrolero. Un ejemplo: En Hato corozal, exactamente en Puerto Colombia, tres concejales con un ex diputado, un ex alcalde y un miembro de Aso juntas montaron una reunión para tratar un tema de importancia local y al final, claro, el chantaje y si no se somete la operadora, Paro!.

Ojalá la Procuraduría leyera este artículo y diera algunas directrices y que la Secretaría de Gobierno a través de asuntos Comunitarios diera capacitación real y objetiva no como la que está entregando su Coordinador que lo único que hace es desconocer la Ley e incendiar las áreas petroleras…!

Ya está bueno comunales párela! En otras partes el trabajo coordinado y de buen vecino ha dado resultados. A las empresas, denuncien este tipo de chantaje o no accedan porque con ello más corrompen a estos falsos líderes; y a los alcaldes, asuman sus funciones y rompan esta práctica. Claro está, falta que no estén untados, porque ahí si ¡apaguemos y vámonos!