Las cifras, registradas por entidades como Fecolper y la FIP, demuestran la magnitud del problema: 110 agresiones en 2008, 167 en 2009 y 189 en 2010.
Un periodismo amenazado se traduce en una sociedad desinformada o lo que es peor, mal informada, por ello la comunidad también debe reclamar el derecho a la Libertad de Prensa que parte de un periodismo seguro, ético y responsable.
En Casanare es común que politiqueros de oficio agredan a los comunicadores desde la sutil mordaza de la pauta publicitaria, verbalmente e incluso físicamente. Ad portas de un proceso electoral en el que esos personajes suelen aumentar su sensibilidad, y en donde la corrupción existe, el mejor mecanismo de control social y consolidación de una opinión pública madura, se cimienta de la libertad de prensa.