Por Oscar Medina Gómez
Hay un escándalo por corrupción administrativa de lo público, por el robo y despilfarro descarado de los recursos de la gente, al que los medios de comunicación locales no le han dado importancia alguna.
Se trata de los 25 mil millones de pesos que a hoy va costándonos a todos, la frustrada nueva sede en Yopal de la gobernación de Casanare, donde iba a funcionar el edificio principal de la desaparecida Caja Popular Cooperativa.
Cuando el gobierno nacional liquidó la Caja, mediante una negociación que podríamos llamar de trueque el entonces gobernador Miguel Ángel Pérez recibió un edificio en construcción, a cambio de una deuda que tenía la entidad bancaria con el departamento por unos depósitos y títulos valores. Aparentemente hasta ahí era un buen negocio.
Cuando Pérez Suarez fue destituido y puesto preso, llegaron otros contratistas, gobernantes y funcionarios hambrientos de plata. Comenzó la danza, la feria de la corruptela. En mayor o menor medida Helí Cala López, William Dalel, Whitman Porras pudieran estar involucrados en un atroz y al extremo descarado robo. Pero el campeón olímpico del atraco al erario, sin duda, fue Raúl Flórez.
Carmenza Motta Rodríguez, actual Contralora Departamental de Casanare, ha revelado que el detrimento podría ascender a 25 mil millones de pesos, constituidos en contratos de construcción, remodelación, interventorías, adiciones y búnkeres.
Sí. Búnkeres. Resulta que el tristemente célebre ex gobernador Raúl Flórez tuvo la mesiánica idea de mandar construir en el último piso de una de las dos torres del edificio, un búnker. Desde allí despacharía todas sus fechorías. Protegiéndose de los intrusos. Para que nadie lo viera, a él y sus secuaces, cómo despezaban presupuestalmente a Casanare.
Obviamente del tal bunker solo quedaron unas gruesas lozas de concreto de más de 70 cms de espesor, hoy corroídas por el abandono, el agua, el sol y el paso de los años. Como todo el cascarón del edificio, que en todo el marco del parque principal Santander de Yopal, es nido de putas, drogadictos y malandros.
Dice la contralora Motta que ante el estado de saqueo y abandono que amenazan ruina de la edificación, es mejor dejarla así. Cableados, muebles, equipos contra incendios, tableros, sistemas eléctricos, lozas, sanitarios…todo se lo han robado. Por eso, recomienda la señora contralora, lo más conveniente es no meterle un solo peso, en vez de recuperarlo. Vale más el caldo que los huevos.
Por este monstruo de corrupción de la que iba a ser la nueva sede de la gobernación de Casanare deben pagar los culpables. No pueden seguir por ahí, como si nada, exhibiendo sus carros y fincas de lujo y cuentas bancarias generosas, sacando pecho por sus delitos. Digo yo.
Editorial Noticiero CASANARE AL DIA, 8 – 9 a.m. Emisora Manantial Estéreo 107.7