El fuerte aguacero de la madrugada del domingo acabo con los días de uno de los más bellos árboles del parque Santander, el matapalo que había crecido en los años 60, cuando ese era el principal escenario de las ferias, mercado y festividades de Yopal.
Según Arango, amplio conocedor de la historia de Yopal, el matapalo llegó allí, casi que de forma accidental, cuando para la elaboración de una corraleja se trajeron palos de matapalo, de la finca “el silencio”, para armar el escenario. Cuando se acabaron las fiestas el arbol había retoñado por lo que los organizadores decidieron dejarlo crecer.
El Matapalo, es un árbol parasito que en la sabana se enreda en otros arboles abrazando palmas y otras especies. Por su carácter parasito, su raíz es muy pequeña, lo que les condena a tener corta vida, comparada con otras especies.
En homenaje al matapalo, vecinos del sector comercial del parque Santander, sembraron una pequeña rama, para preservar el recuerdo de uno de los testigos silenciosos de los últimos 40 años de la historia de Yopal.