Según la denuncia, el pasado martes, un Auxiliar Bachiller agredió verbal y físicamente al fotógrafo, Jesús Duque, luego fingió ser el ofendido e hizo encarcelar al reportero gráfico y llegó incluso a pedirle $600 mil para dejarlo salir. Lo insólito es que al parecer sus superiores validaron el procedimiento.
Según el relato de la víctima de esta situación, a tempranas horas en la mañana, el auxiliar de Policía identificado con el número 3904 regulaba el tráfico en Caño Seco con 15 en Yopal. A casi diez metros observó que en una motocicleta se movilizaban los dos hermanos comunicadores del Periódico Extra Casanare, a quienes la noche anterior había incitado a pelear y a quienes empezó a gritar improperios, por lo que uno de ellos descendió de la moto y fue a reclamarle la reprochable conducta.
El uniformado insistió en que se enfrentaran a puños, por lo que el periodista entabló comunicación con las oficinas de la Institución, de donde le recomendaron tomar una fotografía del uniformado para pasar la queja.
El fotógrafo que acompañaba al Periodista, fue a tomar la imagen como se le había sugerido, pero se encontró con la respuesta del uniformado que fuera a “tomarle fotos a su madre”, omitiendo por completo el principio fundamental de la Institución que enmarca la ética de servicio.
El reportero gráfico no cesó su labor, por lo que fue agredido por el Bachiller jalándolo de su ropa con evidente violencia hasta su rostro, hasta que quedaron frente a frente.
Pasados pocos segundos de la incendiaria escena, el auxiliar hizo llamado a sus compañeros quienes rápidamente acudieron y con radioteléfono en mano se comunicaron con varios patrulleros de Vigilancia y Tránsito quienes en pocos minutos hicieron su arribo y sin escuchar razones, procedieron a capturar al fotógrafo bajo los cargos de violencia contra servidor público, sin ni siquiera constatar que así fuese.
Una grabación en poder de los afectados evidencia como un Intendente que atendió el caso, le invitaba al Auxiliar a exagerar la escena y asegurar que tenía intensos dolores, lo que agravaría la situación para el comunicador quien, según los testigos, nunca agredió al uniformado. El audio culmina con las palabras del Policía que luego de percatarse que era grabado dijo, “vea hermano, no sea ridículo”.
El Reportero Gráfico fue llevado a las celdas de la Fiscalía donde permaneció todo el día, y donde se le advirtió que la única forma de recobrar su libertad sería pagándole al auxiliar de Policía la no despreciable suma de $600 mil pesos por una supuesta lesión que aún no se ha logrado evidenciar.
Por otro lado, la Defensoría del Pueblo y funcionarios de la Procuraduría tuvieron conocimiento del caso y señalaron que habría habido irregularidades en el procedimiento policial.
Aunque en el gremio la solidaridad es una virtud escasa, ojalá la Procuraduría General de la Nación investigue el caso y si como lo denuncian los colegas del Periódico Extra Casanare, hubo irregularidades en el procedimiento policial y de Medicina Legal, se tomen las medidas correspondientes, no sólo contra el auxiliar, sino contra varios uniformados que intervinieron tanto en la escena, como a través del radioteléfono validando la acción, que al parecer requirió más fuerza, show y desquite, de lo que en realidad se requería.
Un caso similar esta semana en Bogotá, luego de un accidente de transmilenio, con una fotógrafa de El Tiempo, despertó toda una polémica y la condena de los medios nacionales a una situación que tampoco tendríamos porque tolerar en Casanare. El Comandante de la Policía en Bogotá ofreció disculpas.
De todas formas se espera el pronunciamiento de los voceros policiales sobre el caso.