Frente a las inquietudes formuladas por algunos padres de familia que participaron en el tercer encuentro de diálogo con la sociedad civil y relacionados con el preocupante incremento en los índices de consumo de estupefacientes por parte de menores de edad, la titular del despacho de salud, Diana Velázquez, hizo una serie de precisiones acerca de las acciones adelantadas por la administración departamental.
La Secretaria comenzó por subrayar que se han dispuesto recursos, que son destinados para hacer una intervención efectiva que permita frenar el consumo. Dos de esos programas son el de dispositivos comunitarios y Familias Fuertes, que son acciones que van dirigidas para la prevención y disminución del consumo de sustancias.
“Los dispositivos comunitarios son centros de escucha y zonas de orientación escolar, que ya están en varios municipios del departamento. Ya se hizo la socialización y el lanzamiento, lo que pasa es que algunas personas aún no lo conocen, pese a la difusión que se le ha dado por diferentes medios de comunicación”, explicó la funcionaria.
Familias fuertes por su parte hace una intervención con sicólogos para evitar que lleguen a los hogares casanareños flagelos como las drogas, alcohol o maltrato. Son 810 núcleos familiares que están vinculados con esta iniciativa”.
Velázquez agregó que “Familias Fuertes es preventivo y los dispositivos son acciones para jóvenes que han iniciado el consumo de drogas”. De la misma forma se viene prestando el servicio de asistencia técnica a todos los alcaldes, para que conformen en sus municipios los comités locales de drogas. La ayuda en seccional incluye el plan operativo.
Otras gestiones descritas incluyen la política pública de drogas, aprobada recientemente. En este aspecto ya se viene cumpliendo una segunda fase. “Se están aplicando unas encuestas, para tener datos reales frente al consumo que se presenta en el departamento, porque el último diagnóstico corresponde al año 2010 y solo hacía referencia a la marihuana”.
Por último mencionó el comodato que se hizo de la granja Guari. “Se le entregó a una fundación que trata a pacientes con problemas crónicos de consumo de drogas. Sin embargo el Departamento ya contrató una consultoría para los estudios y diseños, con el fin de construir una clínica para tratar este tipo de afecciones, que quedará ubicada en ese mismo terreno”.
Al parecer todas las iniciativas del actual Gobierno departamental en prevención y disminución del consumo de sustancias psicoactivas siguen en el papel, pues la realidad es que los parques y calles de los municipios de Casanare siguen llenándose de jovencitos consumidores de sustancias prohibidas, ante la indiferencia y el discurso burócrata de las autoridades de salud.