Una mujer gestante de la etnia Indígena Yaruro de Paz de Ariporo perdió a su bebé en trabajo de parto, según sus familiares por falta de atención médica, lo que desató la polémica, pues recientemente Capresoca había suscrito un contrato con la Institución Prestadora de Salud Indígena - IPSI - Caño Mochuelo, por más de 199 millones de pesos para la atención médica, transporte, odontología y tomas de muestras de laboratorio de esa población.

El hecho se registró el pasado 11 de enero a la 1:30 de la madrugada, sin embargo, la gerente de Capresoca, Nuria Bohórquez, informó que solo hasta este viernes 21 de enero fueron notificados de la muerte del neonato.

Explicó que la señora Franceliza Lara García de 37 años, había sido atendida desde el mes de mayo, asistió a cuatro controles de embarazo por la Institución Prestadora de Salud Indígena que se basa en la medicina tradicional y ancestral.

Era el séptimo embarazo de Franceliza y durante las citas previas no se registró ningún grado de alerta o riesgo y en su historia clínica solo refiere una nota que indica que ella no iba a salir de la comunidad, se opuso al protocolo de maternas que señala que a partir de la semana 36 las mujeres indígenas son remitidas a un albergue en Yopal con el fin de atenderlas por especialistas, en cambio prefirió ser asistida por una partera.

Ratificó Bohórquez que en caso de emergencia envían apoyo helicoportado, pero esta vez no se hizo el reporte de manera oportuna y ratificó que la IPSI cumple con los requisitos y está habilitada y presta brigadas periódicamente en las 12 comunidades de ese resguardo.

Se investiga si la partera que asistió el nacimiento, hace parte del personal que contrata la IPSI dentro de la comunidad para la respectiva atención, de acuerdo con la medicina ancestral, informó Bohórquez.