El exceso de peso puede asociarse a múltiples patologías que no solo disminuyen la expectativa de vida, sino que además incrementan las complicaciones de varias enfermedades como el COVID-19. La vacunación es la mejor alternativa para disminuir el riesgo de hospitalización y muerte a causa del virus .
Cada 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de visibilizar la importancia de la prevención y tratamiento de esta condición que se ha triplicado en los últimos 40 años afectando por lo menos al 38,9% de la población adulta en el mundo y que cada año cobra la vida de más de cuatro millones de personas.
A menudo, la obesidad y el sobrepeso se utilizan como sinónimos. No obstante, para los profesionales de la salud se trata de condiciones diferentes. Ambas hacen referencia a una cantidad excesiva de tejido adiposo. La diferencia entre tener sobrepeso y ser obeso depende de la cantidad de exceso de grasa corporal, esta se determina en función del Índice de masa corporal (IMC). Si este se sitúa entre 25 y 30 indica sobrepeso, por encima de 30, se trata de obesidad y si supera los 40 se habla de obesidad extrema.
En Colombia, según la Encuesta Nacional de Salud Nutricional del Ministerio de Salud, la obesidad es un problema en salud pública pues el 56% de la población adulta tiene sobrepeso, mientras que el 24% presenta obesidad. Si bien es cierto que, en este momento, el país no tiene cifras alarmantes de esta última, de acuerdo con expertos del sector salud, el crecimiento en el sobrepeso, puede llevar a que las cifras de obesidad aumenten muy pronto
La obesidad es un padecimiento crónico, frecuente, grave y costoso para los sistemas de salud que no sólo representa cerca del 8% de las muertes globales anualmente , sino que además se consolida como un factor de riesgo para el desarrollo de otras patologías como la diabetes, la apnea del sueño y la hipertensión arterial, asociadas a una disminución en la expectativa de vida y que, en conjunto, hacen que el contagio por COVID-19 pueda tener complicaciones mayores que en otros grupos poblacionales.
“Las personas con obesidad no parecen tener más probabilidad de contagiarse. El peligro está en que el exceso de peso incrementa las complicaciones en salud por varias razones. Primero, la obesidad está relacionada con el deterioro de la función inmunitaria. Segundo, la acumulación de grasa alrededor de las vías respiratorias y el tórax reduce la capacidad y reserva pulmonar lo que, junto con los efectos del virus, puede afectar exponencialmente los niveles de oxígeno en circulación y terminar en problemas de salud graves”, explicó el doctor Diego Rodríguez, gerente médico de la Unidad de Vacunas de Tecnofarma Colombia.
De hecho, un estudio publicado en Obesity Reviews encontró que las personas con obesidad que contraen el virus tienen un 113% más de probabilidades de terminar en el hospital en comparación con las personas con un peso saludable; un 74% más de probabilidades de ser ingresadas en una UCI y un 48% más de probabilidades de morir.
Según el doctor Rodríguez, al igual que en la población con cualquier otro tipo de comorbilidad, la vacunación contra el virus es fundamental para reducir el riesgo de enfermarse con el COVID-19. “La vacuna es muy eficaz en la población con sobrepeso y obesidad; ofrece la misma protección que la que brinda a quienes tienen un peso saludable. La evidencia científica ha demostrado que dos dosis de la vacuna salvan vidas y protegen de enfermedad grave en esta población”.
Los datos avalan esta postura. Investigadores de la Universidad de Oxford, encontraron que las personas con obesidad vacunadas tienen alrededor de un 70% menos de probabilidades de ser hospitalizadas que las personas no vacunadas. Además, tienen alrededor de dos tercios menos de probabilidades de morir en comparación con sus contrapartes no vacunadas.
Por eso, con la vigencia de la pandemia como una condición de riesgo y considerando las deficiencias inmunológicas de las personas con obesidad, resulta imperativo mantener al día los esquemas de vacunación y las dosis de refuerzo contra el COVID-19 en esta población.