La Secretaría de Salud de Casanare y el Consejo Departamental Asesor en Cáncer Infantil – CODACAI se unen a una campaña global para conmemorar el Día Internacional del Cáncer Infantil, que se celebra el jueves 15 de febrero.
El objetivo es crear conciencia sobre el cáncer infantil y expresar apoyo a los niños, niñas y adolescentes con cáncer, los sobrevivientes y sus familias. También se recuerdan las acciones de promoción y prevención para disminuir la tasa de mortalidad en menores de 18 años en la región.
En 2023, se notificaron al sistema de vigilancia (Sivigila) de Casanare un total de 26 casos de cáncer en menores de 18 años. Los municipios con mayor notificación fueron Yopal y Aguazul, con cinco casos cada uno, seguidos por Tauramena con cuatro casos.
Los tipos de cáncer más frecuentes fueron la leucemia linfoide aguda, con siete casos, seguido por tumores del sistema nervioso central con cuatro, y dos casos de linfomas y neoplasias reticuloendoteliales.
El cáncer es una enfermedad diversa, lo que hace que tratamientos eficaces en algunos tumores no funcionen en otros y viceversa. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo, con aproximadamente 280,000 nuevos casos cada año en personas de 0 a 19 años. En América Latina y el Caribe, se estima que al menos 30,000 niños, niñas y adolescentes menores de 19 años serán afectados por el cáncer anualmente.
El diagnóstico y tratamiento oportunos son clave para mejorar las posibilidades de supervivencia en el cáncer pediátrico. Los padres, cuidadores, familiares y personal de salud tienen un papel crucial en esta tarea. La detección temprana del cáncer infantil salva vidas.
La Secretaría de Salud de Casanare, el Ministerio de Salud y la OPS, están llevando a cabo una campaña de comunicación para generar conciencia sobre la detección temprana de síntomas y signos de cáncer en niños y adolescentes. El objetivo es reducir el tiempo de diagnóstico y tratamiento, mejorando así la supervivencia.
El impacto del cáncer infantil se traduce en años de vida perdidos, desigualdades y dificultades económicas para los padres y cuidadores. Es fundamental trabajar para cambiar esta realidad.