Altas poblaciones del insecto conocido como la langosta llanera que se alimenta especialmente de pastos nativos, generando un impacto negativo para el alimento y la producción animal de la esta región país, tienen preocupados a los productores agropecuarios del municipio de Cumaribo en el departamento del Vichada.
Por esta razón brigadas fitosanitarias del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA realiza acciones de vigilancia y control en las zonas donde ha sido reportada su presencia.
Biología de la langostaLa langosta llanera, R. schistocercoides, por su alta densidad poblacional y comportamiento gregario, es uno de los insectos plaga más importantes de la entomofauna de la altillanura colombiana. En los llanos se ha reportado afectando cultivos de importancia económica como el arroz, el maíz, la caña de azúcar y el sorgo, causando pérdidas en la producción agrícola y ganadera de la región.
El ciclo biológico de la langosta llanera presenta, a partir del estado de huevo, nueve estados ninfales y un estado adulto, el cual muestra un aumento corporal progresivo de 6.5 a 42.7 mm de longitud y de 0.0048 a 1.30 gramos de peso. La densidad de individuos encontrados por metro cuadrado en estado ninfal es de 6.964 y en estado adulto es de 4 a 30.
Acciones implementadas por el ICAEn el año 2014 los ganaderos hicieron los primeros reportes al ICA de la presencia del insecto en los municipios de Puerto Gaitán, Puerto López, Mapiripán y Puerto Concordia en el Meta; de manera inmediata, la Entidad inició el seguimiento respectivo aplicando controles biológicos a través de un hongo entomopatógeno, el cual controla la población sin causar daño a otras especies.
Para el año 2016 se evidenció la disminución en la población de langostas y su incidencia en esta zona producto de las actividades del ICA y por la presión de enemigos naturales como aves, roedores y medio ambiente, entre otros.
Para finales del mismo año, la población de esta langosta se concentró en el Municipio de Puerto Gaitán, en las veredas Cristalina, Los Kioskos y Planas en el Meta y en la extensa sabana del municipio de Cumaribo en el Vichada, donde el ICA actualmente adelanta acciones para su control.
El Instituto ha recomendado a los productores de la región proteger la avifauna ya que son depredadores naturales de insectos, los cuales ayudan a mantener baja la población de langostas; adicionalmente, aconseja no efectuar quemas de pastos donde haya presencia de este insecto plaga ya que los rebrotes son consumidos inmediatamente por la langosta.
El ICA también tiene implementadas estrategias de control químico, con éstas busca atacar focos de manera local en los predios afectados, de esta manera se pueden reducir las poblaciones y evitar que las nuevas generaciones de insectos sean aún más numerosas. Las aplicaciones se hacen directamente a ninfas en los meses de abril a agosto, efectuando fumigación a los focos de afuera hacia adentro con equipos que garanticen una cobertura mínima de cinco metros. El ICA trabaja con los productores en las tareas de aspersión en las regiones afectadas y en zonas con incidencias altas realiza el control directamente.
La dosis con la cual se aplican los diferentes productos para controlar el insecto se definen, entre otras, por el estado biológico de la langosta, dado que en estados ninfales tempranos, el insecto es más susceptible a los productos aplicados, en estado adulto se necesita una concentración mayor de producto por su cutícula gruesa.
Estas acciones son socializadas por profesionales especializados del ICA en talleres dirigidos a productores y agricultores de la región, en los cuales les informan aspectos de interés como: la biología del insecto, hábitos alimenticios y las causas del comportamiento como plaga en la sabana llanera. Adicionalmente, se explican las labores del Instituto en cuanto a vigilancia y control, adquisición de los productos, forma de aplicación, y recomendaciones para tener en cuenta con respecto a la manipulación del producto para el control químico y las fechas de vencimiento.
Debido a las grandes distancias que hay que cubrir, en esta zona de difícil acceso, la UMATA del municipio de Cumaribo, ha ayudado con la logística para entregar el producto y también para mostrar a las personas la correcta aplicación y el adecuado control de la langosta, con lo cual se convierten en multiplicadores y aliados estratégicos de las acciones de la Entidad.
“Hemos entregado más de 1500 tarros con el hongo y esto ha ayudado a controlar focos en más de 1500 hectáreas en toda la zona. Todo el año aplicamos el hongo tratando de atacar las poblaciones de esta langosta cuando está saltona y en septiembre cuando comienza a volar; ahora la idea es iniciar las labores desde abril del 2017 para manejar el problema atacando focos pequeños cuando apenas están naciendo.” Afirmó Pedro Andrés Castro, biólogo, líder del proyecto de langosta llanera en los llanos orientales, ICA.
Kilómetros de dificultadesDe los 4.500 kilómetros recorridos, tan solo 300 Km de la vía están pavimentados en la ruta de Villavicencio a Puerto Gaitán, el restante trayecto se realiza en terrenos destapados y de sabana. Esta condición hace que en una hora de viaje solamente se puedan recorrer 20 kilómetros y en caso de la sabana, con ayuda de GPS, tan solo 10 kilómetros. Además, la distancia entre cada uno de los predios es de por lo menos una hora, característica que hace aún más difícil la distribución de los productos para la realización del control biológico.
Esto hace que el ICA coordine un frente común con los agricultores y productores para impedir el incremento en las poblaciones de este insecto y evitar que lleguen al umbral de daño económico en la ganadería, cultivos comerciales y de pancoger de la altillanura. La Entidad está en permanente disposición para acudir a los llamados de los productores afectados, en cualquier lugar de los llanos orientales donde pueda hacer presencia la langosta llanera.