Por Rosalba Múnera Valencia

Posiciones distantes entre la comunidad del Barrio San Martin y la Fundación AZ con respecto a las obras que se plantean en el estudio sobre el Rio Cravo, se plantearon durante la Audiencia Pública, realizada con fundamento en la Ley 134 de 1994, como respuesta a Cabildo Abierto que se desarrolló el 22 de noviembre en la Comuna 1.

Se presentaron al recinto del Concejo, los veedores, Barrio San Martín, el Edil de la Comuna 1, Representantes de la Fundación AZ y Jefferson Julián Peña González, representante del IDURY.

Previamente se realizaron reuniones de la mesa técnica creada durante el Cabildo Abierto, para articular al estudio de AZ las sugerencias de los promotores.

El Concejal Libardo Carreño, contextualizo que fue el Tribunal Administrativo de Casanare, quién ordeno el estudio para analizar la dinámica del Rio Cravo Sur, y así desarrollar las obras con el fin de proteger a la ciudad de Yopal frente amenazas de inundación y primando la garantía y derecho a la vida.

Recordó que los veedores del sector han venido trabajando por mucho tiempo en impulsar el proyecto de adecuar y explotar turísticamente el Parque La Iguana y se niegan a aceptar, esta construcción de protección proyectada desde la Universidad Santo Tomas, hasta las antiguas instalaciones del hospital, de 30 metros de ancho por un valor de $17.000 millones, costo que se les hace muy alto.

Carreño Fernández, sugirió a los promotores que los 30 metros contemplados de ancho de la obra, pueden ser adecuados para la recreación pasiva, a través de vías peatonales, para armonizar el proyecto de protección con la intención de volver un área turística el sector.

Concluyó que enviara un oficio al Tribunal Superior informando, sobre las inquietudes, insatisfacciones que tienen los promotores del cabildo del estudio de AZ y la necesidad de articularse con el proyecto de Parque La Iguana, y el plan vial y de movilidad, con sentido turístico.

Del ejercicio se puede concluir que las mesas de trabajo continuaran para definir la situación del Parque la Iguana, contemplado en el POT como Zona de Protección Ambiental y Zona de Riesgo.

Adicionalmente, revisar funciones de la Fundación Parque La Iguana encargada de su mantenimiento y realizar ajustes el Proyecto de Acuerdo, que habilitó esta Fundación, para que las funciones sean asumidas por el IDURY.

En cuanto a la obra de protección, en las mesas técnicas, la comunidad fue clara en sugerir a la Fundación AZ, que 20 metros de ancho, se pone en riesgo un bosque bien conformado del parque, por lo que solicitaron reducir a 10 metros, pero esta petición no fue acogida por los consultores.

El Concejal Rene Leonardo Puentes Vargas expresó su frustración por la falta de puntos de encuentro entre las partes. (Comunidad – Consultores).

Agregó que dado a la obligación legal de la construcción de la obra de protección y las dimensiones de la misma, representa renunciar al Parque La Iguana, razón por la cual se debe hacer conocer al Tribunal los argumentos y sugerencias de los impulsores del Proyecto del Parque.

En espacio y obras de urbanismo en centro, no hay proyección más allá de las dos calles que se piensan restaurar y articular al Plan Centro como son la carrera 19 y la 20 entre 8 y 9 y la diagonal 9 frente al hospital antiguo de Yopal, obra en curso que responde a una necesidad, pero de una manera muy parcial.

De otra parte Puentes, identificó la inseguridad del sector como otra de las problemáticas ventiladas durante el Cabildo, donde la carencia de pie de fuerza está identificada, sin que se le pueda dar una solución inmediata.

La sustentación

Víctor Camacho, representante de la Fundación AZ, Director de la Consultoría, indicó que se trata de un contexto legal y se está obedeciendo una Acción Popular, garantizando zonas de uso común de 30 metros, puesto que el rio tiene una margen inconstante, pero la obra debe contar con un perfil que de desarrollo de curvatura, eso conlleva a que se tenga desde 20m a 56 m de ancho, y aunque se pensó en reducir esta medida, el aprovechamiento como corredor, no aplicaría, por lo que se plantea una integración generosa que permita una primera intervención del parque y del rio con la ciudad.