Una tractomula que circulaba por el sector urbano de la carrera 23 con calle 17 de Yopal, derribó el pasado sábado, el Hobo que durante el último siglo vio crecer la ciudad y que se resistía a ceder su espacio, a las amplias avenidas de la capital casanareña.
Apenas un roce del pesado vehículo fue necesario para derribar el árbol, que ya casi no tenía raíces.
Alfonso Suarez, Edil de la Comuna III, señaló que se habían presentado varios derechos de petición para que se estableciera el estado de salud del viejo árbol, que ninguna autoridad atendió.
“Gracias a Dios la caída del árbol no dejó víctimas, ni daños mayores, pues sospechábamos que su estado no era el mejor”, afirmó Suarez, quién previno nuevamente sobre la existencia de otros árboles en las mismas condiciones en el sector, incluso en un colegio aledaño.
Paradójicamente el centenario árbol se encuentra enfrente de las instalaciones de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia Corporinoquia.
Según la historia cuando se proyectó la construcción de la calle 23, los vecinos no permitieron que se talara, hecho que permitió que sobreviviera en el tiempo, aun constituyéndose en un obstáculo en la calzada que originó varios accidentes de tránsito.
La carrera 23 estuvo cerrada por varias horas, mientras los Bomberos Voluntarios, seccionaban el centenario árbol, que hoy hace parte de los testigos silenciosos de la historia de la ciudad, que casi siempre son poco valorados y atendidos.