Ayer en un Consejo de Seguridad se analizó una orden de lanzamiento por ocupación de hecho en el sector del asentamiento humano “Nueva Esperanza”, emitida por un Juez de la República.
Previamente los habitantes de ese sector realizaron una manifestación en el centro de Yopal argumentando que son unas 3.500 personas que integran estas humildes familias y pidieron ser escuchadas, buscando una solución por la vía del diálogo. Consideraron que un desalojo con ESMAD no es la solución y que tendrían que defender su hogar.
Con presencia del alcalde de Yopal, Jorge García Lizarazo, Policía Nacional, Ejército Nacional, Personería Municipal, Secretaría de Gobierno, Fiscalía, Enerca y representantes de la comunidad de “Nueva Esperanza”, se concluyó que la referida orden establece el desalojo de esta comunidad en un tiempo de 48 horas, sin embargo, no existe claridad ante lo dicho verbalmente por el Juez a la autoridad policial y a la comunidad, donde manifestó que él no ha dado ningún fallo.
El Consejo de Seguridad emitió un oficio pidiendo claridad sobre lo requerido y se suspendió la diligencia de lanzamiento hasta conocer el pronunciamiento del Juez.
El Alcalde García afirmó además, que en este momento la Estación de Policía de Yopal no cuenta con el pie de fuerza suficiente para adelantar esta diligencia, donde están involucradas cerca de 700 familias.
“Para hacer un desalojo de esta magnitud por la cantidad de familias involucradas se requiere de toda una logística, de todo un acompañamiento de los organismos de socorro, del Instituto de Bienestar Familiar, se requiere de la misma Procuraduría, la Personería, todas las instituciones que tengan que ver, porque aquí vamos a encontrar mujeres, vamos a encontrar niños y vamos a encontrar discapacitados”, explicó García Lizarazo.
Por su parte los voceros de la comunidad de “Nueva Esperanza”, dijeron ser conscientes de que ellos no están en un predio de su propiedad y que deben salir del lugar, pero piden garantías para aquellas familias que son muy vulnerables.
Aproximadamente unas 3.500 personas de esa comunidad integran estas humildes familias que pidieron ser escuchadas y buscar una solución por la vía del diálogo. Consideraron que un desalojo con ESMAD no es la solución y que tendrían que defender su hogar.