Humberto Pérez, padre de Yordin Fabián Pérez Mendoza, uno de los dos policías secuestrados por el ELN, desde el pasado 20 de julio, hizo un llamado enfático y desesperado a las autoridades nacionales para que intensifiquen la búsqueda de su hijo y de su compañero, quienes se encuentran desaparecidos cuando se desplazaban por la vía entre Tame y la capital del departamento de Arauca.
Según el relato del señor Pérez, su hijo, quien cumplía una misión oficial asignada desde Bogotá, había llegado a Yopal el viernes en la noche, descanso y emprendió su camino hacia Arauca al día siguiente. “La comunicación se perdió con ellos aproximadamente al mediodía. Los teléfonos dejaron de responder y nunca llegaron a su destino. Desde entonces no sabemos nada de su paradero”, explicó.
El uniformado viajaba junto a su compañero Franklin Sley Gómez en una camioneta Nissan blanca de uso oficial de la Policía Nacional. Según se presume, el trayecto fue interrumpido en el sector entre Panamá de Arauca y Pueblo Viejo, zona donde opera el grupo armado ilegal del ELN. Aunque aún no se ha confirmado oficialmente, familiares temen que se trate de un secuestro con fines políticos.
Humberto Pérez expresó su disposición de interponer la denuncia formal, aunque señaló que la propia Policía estaría adelantando las gestiones correspondientes por oficio. “Mi hijo estaba cumpliendo órdenes directas de la DIPOL y tenía que presentarse en su puesto de trabajo. No hemos recibido ningún tipo de contacto, exigencia ni información sobre su estado”, agregó.
El padre del uniformado también se refirió a los riesgos que enfrentan los miembros de la fuerza pública en regiones catalogadas como zonas rojas. “Ellos cumplen sus órdenes con temor, pero lo hacen. Esta es una guerra que ha dejado muchas víctimas y, como siempre, los más afectados son los humildes”, afirmó conmovido.
Finalmente, envió un mensaje directo a quienes pudieran tener en su poder a los uniformados: “Les pido respeten sus vidas, que los traten como seres humanos y que los liberen. Mi hijo está enfermo y tiene una niña pequeña que lo espera. Nosotros, sus padres, estamos desesperados”.