En los últimos días un joven de 17 años de edad se presentó de manera voluntaria ante un puesto de control Militar que adelantaban unidades del Batallón de Ingenieros “Rafael Navas Pardo” ubicado en la electrificadora del municipio de Tame, exactamente en el Barrio San Antonio; manifestando su intensión de desvincularse de la cuadrilla móvil “Alfonso Castellanos” del frente décimo de las Farc en la cual permaneció durante tres años.
El menor conocido bajo el alias de “Jerson” manifestó que su decisión fue definitiva tras ser sometido a malos tratos por parte de sus cabecillas, la baja calidad en la alimentación, las marchas forzadas durante prolongados lapsos de tiempo en difíciles condiciones climáticas, la presión de las tropas del Ejército Nacional que prestan seguridad en la zona manteniendo a los grupos guerrilleros completamente cercados y las campañas de información que le garantizaban mejorar estilo de vida.
Alias “Jerson” que fue entregado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, se presentó ante las Unidades Militares con tres fusiles (un AK47, un 5.56 y un M16), tres proveedores para los mismos; abundante munición; un radio de comunicaciones y una antena.
Estos hechos evidencian las constantes violaciones a los derechos humanos de los niños, niñas y jóvenes del Departamento que han sido y siguen siendo víctimas de los grupos terroristas, situación que es altamente repudiada y rechazada por el Comandante de la Décima Octava Brigada, Coronel Jhon Norbey Zambrano Gómez; quien hace un llamado a las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, para que condenen este tipo de accionar del Eln y las Farc.
De otro lado, el alto oficial les recordó a los integrantes de estos grupos al margen de la ley, la existencia del Grupo de Atención Humanitario al Desmovilizado del Gobierno Nacional y los beneficios que estos ofrecen para quienes tomen la decisión de reintegrarse a la población civil.