El 17 de mayo se conmemora el día internacional de la Hipertensión arterial, enfermedad que eleva de manera continua la presión de las arterias por encima de los valores establecidos como normales.
El objetivo de esta conmemoración es sensibilizar a los gobiernos y a la población sobre la hipertensión arterial como un problema de salud pública que requiere políticas y acciones individuales para la conservación de la salud y la calidad de vida.
La hipertensión arterial es uno de los principales factores que contribuyen en las enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, que en conjunto representan la causa más importante de muerte prematura y discapacidad en el mundo.
Una presión arterial superior o igual a 140/90 mm se considera alta y requiere de modificaciones en el estilo de vida, por lo cual la Secretaría de Salud de Casanare hizo un llamado de alerta a todos los adultos del departamento para que conozcan su tensión arterial y adopten estilos de vida saludable para prevenirla o controlarla.
Los riesgos de padecer hipertensión se puede reducir con el bajo consumo de sal, una alimentación balanceada donde se aumente el consumo de frutas y verduras, realizando 150 minutos de actividad física a la semana, evitando el consumo de tabaco y limitando el consumo de bebidas alcohólicas.
Los investigadores estiman que esta enfermedad provoca cada año casi 9,4 millones de muertes por enfermedades del corazón. También contribuye a aumentar el riesgo de insuficiencia renal y de ceguera.
La Organización Mundial de la Salud ha lanzado su campaña para alentar a las personas a medir su tensión arterial en respuesta a la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre prevención y control de las enfermedades no transmisibles, adoptada por los Jefes de Estado y de Gobierno, en septiembre de 2011.
En esta Declaración se insta a los países a intensificar sus esfuerzos para promover campañas de concienciación pública, encaminadas a mejorar la prevención y el control de enfermedades no transmisibles como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas.