El taller propiciado por Minambiente buscaba establecer lineamientos sobre cuál debe ser el proceder de las autoridades ambientales frente a los conflictos que se están generando a partir de diversas actividades desarrolladas por el hombre en diferentes zonas del país.
La intención de la primera etapa del taller fue definir cuál era el conflicto generado con especies como el oso de anteojos, felinos o algunas que se presentan en los alrededores de los aeropuertos, sin embargo al intentar dar un diagnóstico se estableció que son muchas más las especies, debido a que también hay presencia de reptiles como serpientes que en diferentes épocas del año hacen presencia en zonas habitadas por el hombre y que en ocasiones son confundidas con especies venenosas lo que genera rechazo por parte de los humanos.
Para el caso de la Orinoquia se identifican dos tipos de especies que son las que mayor conflicto pueden estar generando, la primera los grandes felinos (pumas y jaguares) por el efecto que tienen en la predación del ganado y la segunda el chigüiro debido a la competencia que este genera con la ganadería tanto por los recursos alimenticios como por el agua en la época de verano.
Estas problemáticas llevan a los habitantes a tomar decisiones drásticas como la de sacrificar a los pumas y jaguares o el ahuyentamiento de los chigüiros hacía zonas en donde no interfieran con sus actividades.
El taller busca que con la participación de todas las instancias, no solo con la presencia de la autoridades ambientales, fundaciones investigadoras sobre el tema de los recursos naturales y especialmente sobre los recurso bióticos, así como con los diferentes gremios productores del país que manifestaron su preocupación sobre este tipo de eventos, se busquen propuestas e implementar estrategias para reducir dichos conflictos.
Dentro del ejercicio se hizo la presentación de algunos modelos que se han desarrollado en otros países como Venezuela, Brasil y Ecuador en donde existe la presencia de estos mismos individuos y que servirán como guías para empezar a definir lineamientos que permitan generar la reducción de estos conflictos.
De este modo se acogerán todas las propuestas y quedará en ejercicio de Minambiente evaluar cada una de ellas para que en una próxima reunión se trate el documento final que sea el que se presente y que permita definir el actuar de las corporaciones en conflictos de fauna silvestre con seres humanos.