Aprovechar el verano para iniciar intervención con maquinaria amarilla en el río Upía, a la altura de la vereda “Aguas Calientes”, de Sabanalarga, donde se presenta un represamiento, fue la principal conclusión de una reunión ayer del Comité Departamental de Gestión del Riesgo.

Estuvieron presentes los alcaldes de Sabanalarga, Casanare, y San Luis de Gaceno, Boyacá; el Secretario de Gobierno Departamental y Corporinoquia.

Este represamiento se generó debido a un movimiento telúrico, por el cual hubo deslizamientos en las dos márgenes del río, que redujeron su lecho y actualmente tiene aguas represadas, que por estar en temporada seca no genera ningún riesgo, pero que en invierno si podría generar incluso una avalancha.

Según el ingeniero Leonardo Barón, director de Gestión del Riesgo en el Departamento, la idea es realizar una evacuación controlada de las aguas, pero antes, los dos alcaldes deben solicitar a Corporinoquia un aprovechamiento forestal que se requiere con el fin de permitir el ingreso de la maquinaria, y presentar el inventario forestal, permisos de servidumbre y adecuaciones de la zona para disponer el material que se retire.

Para estos trabajos se estableció un cronograma que no supera los dos meses. Dijo el ingeniero Barón. “También estamos siguiendo el monitoreo del IDEAM, con los boletines que nos envían. Porque para evitar que pueda presentarse una avalancha, nos toca evacuar al máximo antes de que entre el invierno”, manifestó el ingeniero Barón.

A pesar de que se habló de otra alternativa, usando explosivos, se acordó que tres retro excavadoras de oruga abran un canal para que el agua salga de manera controlada, pues para los técnicos, dinamitar el área era más peligroso, dada la composición del terreno.