Ayer concluyó la etapa probatoria del proceso electoral cuyo acto acusado es la elección del Contralor de Casanare. En el proceso queda pendiente un recaudo documental y se convocó a la audiencia de alegatos el 10 de junio.

El Magistrado Néstor Trujillo, del Tribunal Administrativo de Casanare, solicitó documentos relativos a las pruebas de conocimientos y competencias de los seis aspirantes que fueron reportados como elegibles, así mismo una información de carácter técnico informático del escaneo de los documentos de algunos de los aspirantes y la planilla o documento en el que la Asamblea Departamental llevó el control de radicación de las hojas de vida de los inscritos.

“Ahora está pendiente agotar la etapa de audiencia de alegaciones y este Tribunal normalmente se toma entre una y tres semanas, máximo, para proferir un fallo estando la prueba recaudada”, indicó.

Ante el reclamo de un testigo que se refirió a una reunión en un hotel de la ciudad, entre el Magistrado José Antonio Figueroa Burbano y la diputada Sonia Bernal, el Magistrado Trujillo argumentó que el testigo no es sujeto procesal interlocutor del juez y se limitó a conminarlo para que si considera que algún miembro del Tribunal ha violado el ordenamiento jurídico, por opción o por omisión, formule la queja o denuncia de rigor. Según se conoció, Figueroa sería recusado.

Entre los testigos que rindieron ayer testimonio, el ex secretario general de la Asamblea Félix Martínez, asumió la responsabilidad por no haber registrado debidamente las planillas de inscripción.

A su vez, los diputados York Cortés y Diego Aranguren manifestaron que continuaron el proceso de elección de Contralor porque la anterior Mesa Directiva no estaba facultada para revocar el proceso. Además, porque les estaban violando los derechos a los seis que estaban en lista de elegibles.

Por su parte, Pedro Nel Pinzón quien fue aspirante, manifestó que el Concurso no cumplió con los requisitos, no tuvo la suficiente solvencia, y no le dio seguridad a los ciudadanos, “en un momento donde es necesario que el ciudadano recobre la confianza en el Estado”, afirmó.

Señaló que como aspirante nunca conoció qué ponderación tenía cada componente del proceso: qué valoración tenía la hoja de vida, cuánto el examen de conocimientos y cuánto la entrevista.

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