Por Oficina de Prensa Capresoca
El equipo interventor de Capresoca EPS se presentó el último día de enero ante el Superintendente de salud, Conrado Adolfo Gómez Vélez para hacer una rendición de cuentas de lo que ha sido la gestión desde el último informe presentado en junio del 2011, cuando el margen de solvencia se encontraba en terreno negativo, descontándole a la entidad $ -5.841 millones de pesos.

Desde entonces la administración se empeño en ajustar y diseñar la estructura organizacional por procesos haciendo los ajustes operacionales, construyendo lineamientos por unidades de negocio, organizando sistemas de información necesarios para alcanzar en el menor tiempo posible la estabilidad financiera.

Dichas acciones correctivas permitieron a la EPS enrutarse por la viabilidad financiera para continuar con la prestación de los servicios de salud a la población del departamento de Casanare; es así como en la circular única con corte a septiembre de 2011 el margen de solvencia ya se ubica en la tabla en el terreno positivo.
El equipo auditor de la Superintendencia nacional de Salud aseguró que el paso a seguir en la recuperación financiera de la EPS es la recapitalización, tal como lo venía diciendo el agente interventor Armando Segura Evan al gobierno departamental.

Para Conrado Gómez el capital necesario para sanear completamente los estados financieros de Capresoca EPS alcanza los 10 mil millones de pesos, posición que reafirmó luego de haberla expresado en la mesa de trabajo en la que participaron diputados del departamento y que luego socializó con la gobernadora (e) Martha Gonfrier, en su última visita a Yopal el 22 de junio de 2011.

La administración de la intervención asegura que esos 10 mil millones de pesos se desglosan aproximadamente así: $5.800 correspondientes a 10.000 SMLV para capitalizar la entidad y $4.200 millones adicionales que corresponderían a pagar la deudas adquiridas antes de la orden de intervención. Desde ya el equipo interventor está evaluando, además, diferentes alternativas y escenarios para generar alianzas estratégicas que garanticen el número mínimo de usuarios requeridos por el gobierno nacional para asegurar la permanencia de la entidad y su sostenibilidad económica.

Por último se dejó claro que la intervención finalizaría una vez se alcancen los pasos expuestos anteriormente: Saneamiento financiero y recapitalización, preparando así el terreno para establecer un proceso de fusión concertado con la administración departamental para que sean ellos, una vez más, quienes tomen el manejo de Capresoca EPS y continúen con la labor de impactar favorablemente a la población del departamento de Casanare garantizando la adecuada prestación de servicios de salud.

FLUJO DE RECURSOS DE LA SALUD

En el departamento de Casanare cuando se presentan fallas en la prestación de los servicios de salud es mucho lo que se dice sobre los recursos que se giran o se dejan de girar a Capresoca como entidad responsable del aseguramiento de la salud. Capital que al final resulta ser el motivo de las demoras o no prestaciones del servicio.

El flujo de recursos de la salud como se maneja este sector vienen de 3 fuentes de financiamiento que garantizan el aseguramiento del régimen subsidiado:
1. FOSYGA
2. Sistema General de participaciones
3. Esfuerzo propio.

En general dichos recursos se giran directamente a la entidad y como queda evidenciado en la base neta de ingresos no entra ningún aporte departamental; el grueso de los fondos viene del gobierno nacional que, de acuerdo al valor de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), gira por cada afiliado de la EPS un monto para cubrir la atención médica anual.

El presupuesto de la EPS será entonces el resultado de la multiplicación del número de los afiliados por la UPC del año y ese es el monto único con el que se cuenta para contratar cada uno de los niveles: I, II, III, ambulancias, medicamentos, alto costo, conciliaciones y sentencias, Promoción y Prevención, urgencias, transporte y otros gastos por adquisición de servicios.

Es importante resaltar que del total del presupuesto con el que cuenta la entidad, el 92% de los recursos se utiliza en contratación de servicios de salud y el 8% restante cubre los gastos administrativos y de funcionamiento de la EPS como tal.

Capresoca, al estar intervenida, no puede afiliar nuevos usuarios pero estos si tienen la posibilidad de retirarse; condición que afecta la proyección del presupuesto del siguiente año tal como sucedió con el del 2011, cuando se calculó un presupuesto inicial cercano a los $49.000.000.000 de pesos, basado en los 150.000 usuarios con los que contaba la entidad al finalizar el 2010; sin embargo a enero dicha cifra se había reducido hasta los 148.265 usuarios, razón por la cual era inevitable la sobre dimensión del presupuesto que se evidenció a finales de agosto de 2011 cuando se había ejecutado el total de los recursos presupuestales. Para esa fecha el conglomerado de afiliados no sobrepasaba los 136 mil por lo que la administración se vio obligada a reducir el presupuesto casi en $3.000 millones de pesos, de tal forma que disponía únicamente de $718.779.587 para cubrir los pagos de los 4 meses restantes del año. Cifra que era insuficiente pues 700 millones de pesos se le paga aproximadamente por mes sólo a uno de los prestadores de servicios.

El equipo administrador de Capresoca tenía la esperanza del salvavidas de $5.000 millones de pesos, con el que se comprometió ante el Ministerio de Protección Social y la Superintendencia nacional de salud la gobernadora (e) Martha Gonfrier como consta en la resolución 1576 de 2011, para cumplir con sus pagos. Dicha suma era con la que el gobierno departamental capitalizaría a la EPS en no más de 2 meses y definitivamente con ella se contribuiría a subsanar el problema presupuestal. Pero antes de finalizar septiembre, fecha limite de plazo para cumplir con la inyección de capital, la gobernadora encargada solicitó una prorroga de 6 meses justificada en el poco tiempo con el que contaba el gobierno departamental para conseguir los $5.000 millones de pesos.

La prorroga fue concedida pero la situación financiera de Capresoca seguía en cuidados intensivos y de una u otra manera el agente interventor y su equipo tenían que velar por la principal y mayor responsabilidad de la EPS: asegurar la prestación de servicios de salud; especialmente durante ese último trimestre del 2011 cuando no había presupuesto disponible para contratar a la red prestadora.

Para sobrellevar la crisis presupuestal de la empresa la intervención revisó el proceso de liquidaciones pendientes de contratos que generalmente daban saldos a favor, debido a la poca planeación con la que se venían elaborando los procesos de contratación.

Cabe resaltar que este punto fue uno de los causales por los que la Superintendencia intervino a la entidad. Gracias a las liquidaciones se recaudaron más de $2.000 millones de pesos, sin embargo, esta suma no era suficiente para cubrir la atención de los usuarios hasta el 31 de diciembre de 2011, razón que obligó a la administración a tomar diferentes acciones de carácter presupuestal –todas dentro del marco de la ley- que permitieron a Capresoca mantener la atención a sus afiliados dando prioridad por supuesto a los pacientes de alto costo teniendo en cuenta que dentro de este nivel se encuentran aquellos que requieren atención especializada y urgente.

Para el mes de octubre se registró un leve aumento en el número de afiliados y se reajusto la UPC dispuesta por el gobierno nacional. Estos dos eventos le reconocieron a Capresoca una adición presupuestal –que no traduce efectivo- de $2.330.000.000 de pesos que fueron solicitados a la gobernación ya que la que la entidad debe pedir aval al gobierno departamental cada que necesite mover cualquier recurso, porque el presupuesto de la EPS está incorporado al del departamento por una decisión política inscrita en la ordenanza Nº 102 del 20 de diciembre de 1996.

La gobernación aceptó la solicitud e inició el trámite ante la asamblea (que termino su periodo el 31 de diciembre de 2011), que denegó la adición sin mayores razones. Decisión que le representó a Capresoca tener congelados $3.600 millones de pesos en un banco sin que pudiera ejecutarlos y teniendo la contratación de la red de prestadores en vilo por no disponer del dinero que por derecho le pertenece como entidad prestadora de salud de Casanare.

El congelamiento presupuestal de la institución se prolongo hasta el 12 de enero del presente año cuando el departamento liberó el CDP autorizando únicamente el 50% del total del presupuesto de la entidad. Que reiteramos son dineros del gobierno nacional y en ningún momento comprometen las arcas departamentales.

Es importante para el equipo interventor de Capresoca EPS explicar a ustedes el manejo de los recursos ya que el proceso de saneamiento de la entidad se ha visto afectado con cada información imprecisa que se difunde sobre el estado financiero, pues esto repercute en la migración de sus usuarios y al final afectara directamente los recursos que recibe Capresoca para su funcionamiento, poniendo en mayor riesgo la estabilidad financiera de la EPS que es la empresa casanareña más grande, de mayor aceptabilidad y que a pesar de todo sigue cumpliendo con los deberes que tiene con sus afiliados.