Habitantes de la vereda Caracaro de Orocué duermen entre el agua, el río Meta se metió a las viviendas y sus residentes no tienen a dónde ir.

Nancy Escobar, dijo que la situación es crítica pues resultaron viviendo entre la corriente del río Meta. Son 16 familias con niños y personas de la tercera edad, pero no han recibido ninguna visita por parte de la Administración Municipal.

El caudal del río Meta sigue subiendo y sus calles pasaron a ser espejos donde se reflejan las personas circulando en botes o canoas y con la incertidumbre sobre lo que ocurrirá en los próximos días si aumentan las lluvias y sin ninguna ayuda de parte del gobierno.

Nancy relató que con cuerdas intentan mantener anclados algunos objetos como electrodomésticos, razón por la que tampoco quieren salir de sus hogares, pues temen a ser saqueados.

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