La celebración de la vida no se puede confundir con una fiesta pagana, dijo Monseñor Edgar Aristizábal, obispo de la Diócesis de Yopal, al señalar que los niños requieren hogares donde tengan el don del amor para que crezcan con principios y valores.
Monseñor Aristizábal dijo que el 31 de octubre es una fiesta tradicional de los niños pero que no se puede permitir esa mezcla de halloween, con el ofrecimiento de la vida de los niños lo que se convierte en un error y un pecado.
El representante de la Iglesia católica dijo que los padres deben evitar que sus hijos sean manipulados e igualmente que reciban dulces que de pronto los inciten al consumo de estupefacientes, por lo que el cuidado debe ser excesivo para evitar abusos con los menores.
En Casanare no se conoce de sectas satánicas, pero el día debe festejarse en familia, agregó Monseñor, quien aprovechó para invitar a las familias a acercarse a los actos y eventos preparados por la Iglesia durante este fin de año para que crezcan bajo el amor de Dios.
De otro lado, por estos días visita a Casanare el cuadro de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, con motivo del centenario de la Coronación como Reina y Patrona de Colombia y en los 19 años de creación de la Diócesis de Yopal.