El departamento de Casanare descendió a la duodécima posición del Índice Departamental de Competitividad 2018, calculado por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario.
Casanare obtuvo una calificación de 4,75 sobre 10, la cual mejoró con respecto al año anterior (4,68).
El departamento se sitúa detrás de Bolívar y por encima de Meta y Norte de Santander, regiones que ocupan los puestos 11, 13 y 14, respectivamente. Esta medición se compone de 94 indicadores agrupados en tres factores y 10 pilares de competitividad, donde los pilares constituyen áreas conceptuales de intervención, en las cuales las autoridades regionales y nacionales pueden llevar a cabo intervenciones puntuales, con el fin de mejorar la competitividad regional, y, a través de esta, obtener logros claros en desarrollo económico y social.
Casanare, segundo en Sostenibilidad Ambiental y tercero en Educación Básica y Media.
De los diez pilares que mide el Índice Departamental de Competitividad (IDC), Casanare ocupa el segundo lugar en el pilar de Sostenibilidad Ambiental.
Además, el departamento ocupa el tercer puesto en Educación Básica y Media y es cuarto en Eficiencia de los Mercados (Gráfico 2).
En cuanto a puntajes, vale la pena mencionar que Casanare obtuvo su mejor calificación en el pilar de Educación Básica y Media con un puntaje de 8,08 sobre 10.
Adicionalmente, se resalta el avance del departamento en el pilar de Sostenibilidad Ambiental, mejorando seis posiciones frente a 2017 (Gráfico 3).
El desafío más importante en materia de competitividad se concentra en Educación Superior y Capacitación, pilar en el cual el departamento ocupó la posición 23 con un puntaje de 2,19 sobre 10.
Igualmente, el departamento también tiene retos significativos en los pilares de Salud y Sofisticación y diversificación, pilares en los que registra el puesto 22. Además, en materia de Innovación y Dinámica Empresarial Casanare obtiene una calificación por debajo de 2,00 sobre 10.
Finalmente, entre 2017 y 2018, este departamento perdió seis posiciones en el pilar de Salud. Lo anterior se debe principalmente a un bajo resultado en los subpilares de primera infancia y calidad en salud. Además, perdió cuatro posiciones en el pilar de Instituciones entre 2013 y 2018, lo que se explica por ocupar los últimos lugares en el subpilar de seguridad y justicia (Gráfico 3).
Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad, destacó que avanzar en el cierre de brechas regionales es una de las metas que Colombia se fijó para el año 2030.
“No basta con ser una de las tres economías más competitivas de América Latina en el año 2030. Es necesario que, además de realizar grandes esfuerzos en el ámbito nacional, se reduzcan las brechas existentes a nivel regional pues es en los territorios donde ocurre en últimas el desarrollo productivo”. Y destacó que “para dotar a las regiones de una ruta crítica para alcanzar estos objetivos, el IDC se ha consolidado como un importante instrumento para la evaluación del desempeño de los territorios en materia de competitividad”, afirmó Córdoba.
Por su parte, Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, señaló que “A través de los años, el índice ha tenido variaciones, siguiendo la metodología del Foro Económico Mundial, con el fin de mantenerse en su rol de ser el análisis más completo de competitividad para orientar decisiones de inversión y de gobierno.
Actualmente se cuenta con 6 años de experiencia en la compilación y cálculo del IDC, y este indicador se ha consolidado como una herramienta que sirve para identificar áreas prioritarias de intervención, y para monitorear el progreso de las regiones en dichas áreas. A la luz de los resultados y su comportamiento histórico, podemos evidenciar que la competitividad en el país sigue siendo frágil. La educación superior, la innovación, la dinámica empresarial, la sofisticación y la diversificación del aparato productivo representan algunos de los principales desafíos para la mayoría de las regiones”.
Este Índice aún no incluye a seis departamentos del país, debido a la falta de información idónea para realizar una medición completa y rigurosa. No obstante, en esta versión 2018 se presenta un índice adicional como alternativa para hacer un análisis preliminar de la competitividad en la totalidad de los 32 departamentos.
El Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario anunciaron que en la próxima medición adoptarán la nueva metodología del Índice Global de Competitividad (IGC) del Foro Económico Mundial, la cual fue dada a conocer el mes pasado en el Reporte Global de Competitividad. En 2019 se lanzará entonces el IDC 2.0, basado en las premisas, factores y pilares incorporados en el nuevo IGC.