Cuatro obras de protección garantizan la movilidad de por lo menos 500 campesinos en los municipios de Támara, Sácama y Paz de Ariporo, mediante la construcción de obras en los afluentes, Quebrada Seca, Quebrada Honda, La Curuché y El Ariporo.
Maquinaria de Gestión del Riesgo intervino el afluente Quebrada Seca, donde se realizó un jarillón de 120 metros y se canalizó un punto crítico, para evitar que el arroyo se vuelva a salir del cauce.
Asimismo, en este mismo corredor vial, con rocas de hasta 2 metros de longitud, se fortaleció el enrocado en el puente La Curuché y se canalizó el afluente en el sector del puente Quebrada Honda.
Actualmente, se trabaja sobre el puente del río Ariporo, donde se construye otro enrocado, con el objetivo de impedir la socavación en la aleta derecha de la estructura.
La vía comunica más de 10 veredas y un resguardo indígena, es ruta de acceso de sitios conocidos como la vereda La Aguada de Paz de Ariporo, vereda Teislandia de Támara y el resguardo indígena Barro Negro de Sácama, en donde sus habitantes se mostraban altamente preocupados por el riesgo de los puentes, pero gracias a las obras realizadas por la Gobernación, ahora respiran un ambiente de tranquilidad.
Miguel Lamus, del municipio de Támara, se mostró satisfecho con el trabajo oportuno, que les permite hacer uso de la ruta escolar, el servicio de buseta y poder sacar sus productos. “Si no se le hace el enrocado conforme lo están haciendo, el río se nos va a venir por este lado, y nos deja el puente por allá, nos tocaría comprar un río o vender un puente. Por eso estamos agradecidos, si no es así estuviéramos sin vía", aseguró.