El excomandante del Gaula Militar Casanare, Mayor Gustavo Enrique Soto Bracamonte, sostuvo que recibió presiones por parte de altos mandos para obtener bajas en combate, en su declaración a magistrados de la Jurisdicción Especial para la Paz JEP.
Bracamonte explicó que había soldados “flojos” para las muertes. Es decir, para dar el nivel de resultados que los altos mandos les pedían.
“El general Montoya me preguntaba, ¿Cuántos días sin bajas? Resultados, necesitamos resultados, litros de sangre, se refería a presentarle muertos”, en claro alusión en contra del excomandante del Ejército, acusado también por ejecuciones extrajudiciales.
“El coronel Henry William Torres Escalante, quien era comandante de la Brigada 16 con sede en Yopal, me daba órdenes y me presionaba a tener resultados", agregó el oficial.
El testimonio recogido por los magistrados de la JEP Óscar Parra y Catalina Díaz fue brindado el pasado 7 de diciembre, en más de seis horas y revela 80 ejecuciones extrajudiciales ejecutadas por sus hombres mientras que Soto Bracamonte se desempeñaba como jefe del Gaula Casanare, entre junio de 2006 y octubre de 2007.
Bracamonte, en su momento, pasó 11 años y 28 días detenido por estos hechos y fue en noviembre de 2018 que recobró su libertad tras someterse a la JEP.
Bracamonte, tras ingresar a la Escuela Militar de Cadetes en enero de 1991, hizo parte de varios batallones de ingenieros en Caquetá, Urabá, Bogotá y Bucaramanga.
Fue en 2006, que llegó a ser comandante del Gaula Militar en Casanare.
Preocupación en la JEP por filtración de testimonios
La presidenta de la JEP, Patricia Linares manifestó su preocupación ante la filtración de los testimonios rendidos ante la Sala de Reconocimiento de la Verdad frente a los casos de "falsos positivos".
Linares aseguró que la publicación de estos testimonios puede afectar la seguridad de los procesos que se adelantan en esta justicia especial frente a las ejecuciones extrajudiciales.
"Estamos analizando la situación (...) nos preocupa un poco este tipo de filtraciones porque pueden, sin lugar a dudas, afectar la seguridad de los mismos procesos, de las víctimas, los comparecientes y los propios funcionarios de la JEP", afirmó.
Los testimonios de los comparecientes son reservados por las revelaciones que se hicieron sobre las ejecuciones extrajudiciales enmarcadas dentro del conflicto armado interno.
Las víctimas también podrían verse afectadas con las filtraciones, por lo que la JEP busca establecer como se están conociendo las versiones voluntarias que son siempre de índole privado.
Reseñó que las filtraciones tienen consecuencias legales para quienes las difunda, por lo que en los próximos días se tomarán las primeras decisiones.