Tras la decisión del ICA de autorizar la siembra comercial de semillas transgénicas de maíz, los primeros lotes de este genotipo se plantarán en las regiones del Caribe húmedo, en los valles de los ríos Cauca y Magdalena, la Orinoquia y la Zona Cafetera, con altitudes entre los 1.200 a 1.800 metros sobre el nivel del mar.
Las semillas aún no cuentan con los permisos necesarios para el consumo humano o animal, pero se espera que estos sean tramitados y autorizados antes del fin de este año.
La investigación y desarrollo de los híbridos de maíz comenzaron a hacerse desde comienzos del año 2014 y estuvieron a cargo del Centro de Investigación de la Cadena Agroalimentaria de Cereales y Leguminosas (Cenicel), el grupo de Ingeniería Genética de Plantas de la Universidad Nacional de Colombia y el Fondo Nacional Cerealista (FNC).
Tras los resultados exitosos de los procesos de investigación, desarrollo y ensayos de campo, la entidad de vigilancia y control dio vía libre a la siembra comercial.
La tecnología inserta en las nuevas semillas híbridas de maíz es la de patentes que ya vencieron (Off-Pattent) o ‘código abierto’. Las semillas son modificadas genéticamente con métodos convencionales de mejoramiento de plantas, molecularmente asistidos, por lo que estos materiales no pagarán regalías por la tecnología incorporada.
Al respecto, Alejandro Chaparro, investigador de la Universidad Nacional, señaló, “Desde la Universidad Nacional de Colombia, el Grupo de Ingeniería Genética de Plantas comparte el orgullo de haber acompañado a los investigadores y directivos de Fenalce en este sueño que se hace realidad. Nos falta aún conseguir las autorizaciones para consumo humano y animal, pero esperamos que sea este mismo año.”