El laboratorio para el procesamiento de base de coca, estaba ubicado en la vereda Delicias de Tauramena y fue destruido por tropas del Ejército Nacional y la Policía Antinarcóticos, tras labores de inteligencia y seguimiento que llevaron a la ubicación de la infraestructura artesanal.
De acuerdo con las autoridades, allí se producían semanalmente más de dos toneladas del alcaloide.
El lugar tenía capacidad para albergar a 20 personas aproximadamente y fueron hallados 550 kilogramos de sulfato de sodio, 75 kilogramos de soda cáustica, 214 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 475 galones de tíner, 396 galones de clorhidrato de cocaína en proceso, 170 galones de gasolina preparada, 275 galones de ACPM, 5 hornos microonda, un marciano, una planta eléctrica, una electrobomba, una prensa hidráulica, 500 rollos de cinta transparente, 500 metros de papel de filtro, 2 cilindros y demás insumos y herramientas para el procesamiento del alcaloide.
Al parecer, el cristalizadero pertenecería al Frente José David Suárez del ELN, en asocio con grupos dedicados al narcotráfico como el Cártel de Sinaloa de México, que sería el encargado de traer hasta el departamento de Casanare la materia prima para procesarla y luego distribuirla hacia diferentes regiones, incluidos algunos municipios de Casanare.