Información de www.usofrenteobrero.org
La empresa Ecopetrol S.A., Talisman, por medio de Equion, estas mismas y Total socios en Ocensa con intensa actividad petrolera en Casanare, por más de 20 años, hoy están involucradas en un cese de actividades que amenaza con paralizar sus actividades de manera general.
Los llaneros ante la amenaza de la represión policial, alistan sus monturas y trabajan en el logro de una mayor organización regional para defenderse de las agresiones y luchar por sus reivindicaciones laborales y sociales.
La reacción de las empresas ante las justas causas que la originaron, ha sido el despido de más de 600 trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas, algunos con contratos a término de obra, otros con contratos a término fijo y muy pocos con contratos indefinidos.
Esta grave situación enrarece aún más el conflicto existente, lo polariza y genera grave afectación a cada una de las familias de los trabajadores y trabajadoras, y si como dice EQUION, para poner en confrontación a los trabajadores y al comercio: el paro afecta el comercio, la verdad es que el despido de los trabajadores, quienes son los únicos que verdaderamente dejan su salario cada día en el comercio del pueblo y hacen sus inversiones, es la otra y auténtica cara de la moneda.
Como van las cosas, lo que se puede vislumbrar es que los trabajadores de todos los proyectos de Equion en Casanare van a cesar sus actividades, lo cual debe interpretarse de manera seria y responsable por las empresas, el gobierno y por su puesto los trabajadores, que ponen de manifiesto las inconformidades con el tratamiento que reciben de las empresas, con sus condiciones laborales, salariales, la política energética del país, el impacto ambiental y social, y revela las hondas heridas aún sin sanar que ha dejado en las comunidades el raponazo de las regalías petroleras en los entes territoriales productores de petróleo, que no se sabe hasta dónde llegará.
Lo que sucede en Casanare y Arauca es el resultado de las políticas equivocadas del gobierno, en contra de los más pobres para favorecer a los más ricos y sofocar las recalentadas finanzas estatales producto de la desmembración del patrimonio público durante las tres últimas décadas. La respuesta del gobierno ante las inquietudes sociales las acompasa con leyes inequívocamente represivas o con anuncios de creación de escuadrones para reprimir al pueblo, como lo anunciará la semana pasada el ministro de defensa o la militarización de la vida de los araucanos o los anuncios macabros de las bandas criminales al servicio del poder económico.