Buscando mitigar el riesgo de colapso del tubo que transporta agua a aproximadamente a 400 familias de las veredas Santa Rita y Las Enramadas, en el municipio de Hato Corozal, la Gobernación trabaja para reducir la socavación progresiva causada por el afluente, que ejerce una amenaza constante para la línea de conducción del vital líquido, en por lo menos 500 metros.
Durante una visita realizada este miércoles, ingenieros del Gobierno departamental, líderes comunitarios y funcionarios de la Alcaldía, evaluaron los avances de la obra dando cumplimento a lo requerido por los campesinos.
Se recomendó a las veredas y al municipio, que el tubo debe ser reubicado 200 o 300 metros de la margen del río, esto como una solución definitiva ante la erosión fluvial y pluvial, es decir del río y de la lluvia.