El proyecto de rehabilitación que se viene desarrollando desde hace dos años en el Reserva Ecológica La Marteja ubicada en la vereda El Banco Buenos Aires del municipio de Hato Corozal, Casanare, está en la etapa de recuperación de un segundo grupo de primates que son procedentes de las incautaciones de tráfico ilegal de fauna silvestre.
“La primera parte del proyecto motivó a consumar la rehabilitación de un segundo grupo pues durante el anterior ejercicio se obtuvieron excelentes resultados llegando posiblemente a obtener reproducción en los animales recuperados” asegura Paula Andrea González bióloga que trabaja al servicio de la Reserva y quien hizo parte de dicho proceso.
El proceso que consta de ubicar a los monos ardilla en jaulas al aire libre pretende acostumbrar a los animales a lo que será su futuro hábitat exponiéndolos al medio natural haciendo la rehabilitación alimentaria y conductual para paulatinamente liberarlos a fin de que no entren en conflicto con asentamientos humanos presentes alrededor de su futuro entorno.
Corporinoquia como autoridad ambiental se encarga de evaluar, controlar y autorizar la ejecución de este tipo de proyectos. En el caso de la fauna silvestre la Corporación determina si los animales son especies originarias de la región de la Orinoquia, y evalúa la viabilidad de su rehabilitación y los impactos que van tener sobre los ecosistemas o los hábitats en donde van a ser reintroducidos, y la capacidad que tienen estos mismos de sostener los animales introducidos, sin que se desmejoren su estado actual.
En el caso de los monos ardilla, más que su liberación, se pretende determinar qué tan viable puede ser este proceso y determinar factores positivos con la elaboración de un documento solicitado a los realizadores del proyecto en donde a futuro la Corporación podrá apoyarse para un eventual proceso de liberación con otros animales e impactos negativos como la posible alteración de otra comunidad de primates al ingresar tales especímenes en el área de influencia.
Esta zona, que se caracterizaba hasta hace unos años por la marcada intervención antrópica de su hábitat con la presencia de potreros para ganadería, pastos arbolados y bosques intervenidos y que con la declaratoria por parte de sus propietarios de área de reserva ha dado un viraje en su estructura ecológica favoreciendo los bosques primarios y las zonas de reforestación, en la cual se ha encontrado una alta receptividad de especies de fauna que años atrás eran comunes en el territorio.
Durante la visita a la reserva los funcionarios de Corporinoquia aprovecharon para realizar la liberación de 10 morrocoyes, 2 serpientes ‘Lomo de Machete’ y una cazadora negra que se encontraban en el hogar de paso de la Corporación ubicado en de la vereda El Picón del municipio de Yopal.