El gobernador Marco Tulio Ruíz, celebró la declaratoria del Ministerio de Cultura, de reconocer como patrimonio inmaterial de la Nación, los Trabajos del Llano, una vocación cultural que nace con la llegada de las Misiones Jesuíticas y el ganado criollo, que convirtió a los llaneros, en los mejores vaqueros del mundo, quienes crearon 4 variantes orales sonoras que las llamaron Cantos de Vaquería.
El gobernador Ruíz, recibió en el Consejo de Ministros celebrado el fin de semana anterior en Yopal, el acto administrativo por medio del cual el Ministerio de Cultura, reconoce Los Cantos de Vaquería, como Patrimonio Inmaterial de la Nación, tradición oral, nacida en el seno de los Vegueros y Conuqueros, que ofrecían su fuerza laboral como vaqueros y chalanes a las haciendas jesuíticas de la época y luego a los hatos con ganadería extensiva.
Estas tradiciones culturales, dijo el jefe del gobierno de Casanare, ante el Presidente Santos y sus Ministros, está desapareciendo por el cambio del uso de la tierra. Sólo sobreviven pequeños reductos de hombres y mujeres que viven en las vegas de los ríos Ariporo y Casanare, al sur del departamento, que aún cultivan una tradición cultural que nació en los llanos de Casanare y Arauca, que se extendió por todas las regiones ganaderas de América que en su época denominaron Trabajos del Llano y que está frisando dos siglos de existencia.
Marco Tulio Ruíz exaltó a los descendientes de los viejos centauros que se asentaron hace doscientos años en las riberas de los ríos y en las sabanas, para constituir un sistema milenario de producción de la tierra, amansar caballos, manejar ganados cimarrones y componer joropos en los que se les rendía culto al entorno natural, a la mujer y a la vida.
Los Cantos de Vaquería, de acuerdo al acto administrativo del Ministerio de Cultura, representan un conjunto de expresiones inmateriales del Universo cultural de la Orinoquia Colombo-Venezolana, asociadas a las actividades tradicionales de la Ganadería extensiva.
Esa tradición de más de 200 años, se compone de cuatro variantes orales sonoras que se distinguen como los Cantos de Ordeño, los del Cabestrero, los de Vela y los de Domesticación, formados por silbidos, gritos, llamados y japeos, voces de los arrieros, todos interpretados a capela en las faenas de trabajo con el ganado.
Según lo manifestó en la reunión la Ministra de Cultura, reconocer los cantos de trabajo de llano como patrimonio cultural inmaterial de la Nación y fomentar su salvaguardia, es un reconocimiento a la diversidad cultural, la creatividad humana y la memoria colectiva, que enriquecen y dan sentido a la construcción de la Nación Colombiana.