Una creciente ola de protestas sociales en el país amenaza con frenar las inversiones del sector petrolero, así como con desalentar la producción y exploración, en momentos en que Colombia necesita elevar sus reservas de crudo.
El país recibió más de 16.000 millones de dólares en inversiones petroleras desde el 2002, cuando empezaron a mejorar las condiciones de seguridad por una ofensiva militar contra la guerrilla, lo que permitió iniciar actividades petroleras en zonas antes controladas por los grupos armados ilegales.
El dinero empezó a fluir hacia un sector que ha ganado cada vez más peso en la economía colombiana y ha llevado al país a convertirse en el cuarto mayor productor latinoamericano de petróleo, detrás de Venezuela, México y Brasil.
Pero en el último año y medio surgió un obstáculo inesperado que amenaza con descarrilar el auge del sector: las protestas, cada vez mayores, de miles de habitantes rurales que viven en las áreas de exploración y producción.
Los reclamos -que en ocasiones se han tornado agresivos y han obligado a las fuerzas de seguridad a asumir el control de los pozos- incluyen la generación de empleo, construcción de carreteras, escuelas, hospitales, redes de acueducto, alcantarillado, electrificación y telecomunicaciones.
"Estamos muy preocupados por los problemas de conflictividad social en las regiones, en cuanto que las comunidades tienen expectativas infundadas frente a la industria petrolera", dijo a Reuters Alejandro Martínez, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP).
Expertos del sector admitieron que las protestas podrían retrasar y subir los costos de las labores de exploración, fundamentales para impulsar las reservas petroleras, que hoy sólo cubren la demanda hasta el 2021.
"No creo que algún inversionista desista de venir por las protestas porque las condiciones son muy favorables comparativamente con otros países", dijo un funcionario de una multinacional petrolera que opera en el país.
"Sin embargo, esa situación puede encarecer los costos y demorar las actividades de exploración", afirmó el experto que pidió mantener su nombre en reserva.
AUMENTAN LOS BLOQUEOS
De acuerdo con la industria petrolera, en el 2010 se registró un bloqueo por semana, mientras que este año han aumentado en un 50 por ciento.
Una masiva protesta paralizó por 24 horas en julio la producción de 177.000 barriles por día (bpd) de la petrolera canadiense Pacific Rubiales en el más importante campo de Colombia, ubicado en el centro del país.
Otra protesta similar obligó días atrás a la también canadiense Petrominerales, el cuarto mayor productor de crudo en Colombia, a paralizar por una semana la producción de 30.000 bpd, en dos bloques del oriente del país.
"La movilización social es cada vez con mayor intensidad", dijo un consultor de la industria que pidió mantener su identidad en reserva.
"Surgen nuevas preocupaciones más atadas al respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente", agregó.
El presidente de la ACP dijo que las comunidades esperan que las petroleras "les resuelven necesidades que son del Estado", algo que sostienen no pueden hacer.
"El Estado, que está recibiendo unos ingresos muy fuertes, las alcaldías, las gobernaciones, no están logrando que las comunidades sientan en forma directa el beneficio de esa mayor renta petrolera, entonces se genera algún nivel de insatisfacción y eso está creciendo", explicó Martínez.
Las petroleras pagaron alrededor de 2.700 millones de dólares en regalías y un monto similar en otros tributos el año pasado.
Para el 2015 se espera un incremento del 30 por ciento en el pago de las regalías y de casi el 50 por ciento en los impuestos, convirtiendo al sector petrolero en una de las mayores fuentes de recursos del país.
Entonces, una desaceleración de la industria sería un duro golpe para el presidente Juan Manuel Santos, que cuenta con el petróleo como uno de los pilares de crecimiento sostenido de la economía para impulsar el desarrollo del país y combatir el alto desempleo y la pobreza.
El sector de minería e hidrocarburos representa un 70 por ciento de la inversión extranjera directa en Colombia y alrededor de un 50 por ciento del valor de las exportaciones del país.
PRODUCCION EN JAQUE
Colombia necesita que las inversiones -estimadas en 40.000 millones de dólares en la presente década, según la ACP- sigan fluyendo para incrementar las reservas de 2.000 millones de barriles, que se agotarían en 10 años.
La producción de petróleo de Colombia creció de 578.000 barriles por día (bpd) en el 2002 a 785.000 bpd en el 2010. En agosto de este año, subió a 953.000 bpd, con lo que se encamina a los objetivos del Gobierno de un millón de bpd.
Pero, hasta ahora, el aumento se ha logrado principalmente mejorando el bombeo de los campos existentes con nuevas tecnologías, sin hallazgos importantes de las reservas.
El país aspira a hallar 500 millones de barriles de petróleo anuales para garantizar un bombeo de 1 millón de bpd.
El Ministro de Minas y Energía, Carlos Rodado, dijo que ningún inversionista ha expresado temor de operar en Colombia.
"Ninguno de los inversionistas importantes, ni en el sector de hidrocarburos, ni en el sector de la minería, ha mostrado el temor o la desconfianza de que no puedan desarrollar normalmente sus actividades", afirmó el funcionario.
Pero un recrudecimiento de las protestas podría hacer cambiar de parecer a los inversores.
"Nos preocupa que llegue el momento en que sea demasiado grande y que se vuelva una situación de bloqueo permanente a las operaciones", precisó Martínez.