Con información de Portafolio.co
Aún sin entrar a primer debate en el Congreso, el proyecto de ley que pretende gravar con el Impuesto de Industria y Comercio (ICA) a la actividad minera y petrolera ya generó una fuerte controversia.
Durante un foro, los autores de la iniciativa, Simón Gaviria y Jaime Rodríguez, expusieron los argumentos, según los cuales el país debe aprovechar la nueva legislación en materia de regalías porque la anterior prohibía que se les impusiera un impuesto como el ICA a las actividades mineras y petroleras.
También es el momento oportuno para esa imposición, teniendo en cuenta el incremento estimado en la producción de crudo, superior a la de Brasil y similar a la de países como Arabia Saudí y Canadá.
Adicionalmente, anota Simón Gaviria, “hasta un pequeño comerciante paga ICA y no hay razón para que las petroleras no lo hagan. También sería la forma de compensar la reducción, en cerca de 13 billones de pesos, que dejarán de recibir por regalías directas los municipios y departamentos productores en los próximos cuatro años, teniendo en cuenta que la nueva ley contempla que les van a ir reduciendo el porcentaje asignado”. Según los estimativos que respaldan el proyecto, de lograrse aplicar un ICA de entre 3 a 10 por mil para la actividad mineropetrolera (el que pagan los demás sectores es entre 6 y 20 por mil), se recaudarían entre 100.000 millones y un billón de pesos, que beneficiarían a 300 municipios de 22 departamentos.
Para el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), Alejandro Martínez, “es preocupante este y otros tres proyectos que están en fila, para gravar al sector petrolero”.
Uno que establece otra obligación a título de compensación, y el que obliga a las compañías multinacionales a contratar un porcentaje de mano de obra local. El representante del gremio indica que ya en la actualidad hay una alta carga de obligaciones, pues “de cada barril producido, el 81 por ciento es para el Estado”.
Argumenta que el ICA implica tres puntos adicionales del aporte que hacen al país a través de las regalías, lo que implicaría un cambio en las reglas de juego ya establecidas. “Esa inestabilidad pone en riesgo la inversión del sector. Además, sería un doble pago porque el ICA grava la producción y esa es la misma función de las regalías”, dijo Martínez.