Niños y jóvenes que entrenan Voleibol deben rogarle a migrantes, indígenas, habitantes de calle y hasta expendedores de estupefacientes que se están albergando en la cancha del barrio Juan Pablo ubicada en la carrera 29 con calle 15 de Yopal, que les permitan utilizar los espacios deportivos.

La cancha se convirtió en el dormitorio y letrina de estas personas que a su paso dejan desechos y excrementos, que deben limpiar los jóvenes para poder desarrollar su actividad deportiva, denunció el entrenador Maicol Ruiz, quien hizo un llamado a la Alcaldía a ejercer control, realizar el respectivo mantenimiento, cuidado y si es necesario construir un encerramiento.

Los deportistas además han sufrido el hurto de bolsos e implementos debido a que hay unos espacios en la zona de gradería que permiten el acceso de delincuentes, mientras trascurren los entrenamientos.

Todos los días los deportistas deben llegar a llamar al cuadrante de la zona para que los expendedores de estupefacientes se alejen, pues los jugadores deben en muchas ocasiones observar la venta de sustancias y soportar el olor del consumo de la marihuana.

La Alcaldía debería apoyar a los deportistas suministrando un espacio sano, libre de inseguridad, libre de drogas y de inescrupulosos.