Como una muestra de unión, esfuerzo y trabajo conjunto por resaltar la belleza de los territorios y seguir orientando a los jóvenes a la construcción de un país en paz, los gobernadores de Boyacá, Casanare, Arauca y Meta, radicaron propuesta ante el Ministerio del Deporte, para que estos cuatro departamentos de Colombia, puedan ser la sede de los Juegos Nacionales y Paranacionales 2027 y Juveniles 2028.

Los 'Juegos Nacionales de Oriente: Deporte y Naturaleza por la Vida' como se ha denominado este proyecto, busca ser una celebración al deporte y a la vida, además de elevar la dignidad, alcanzar la paz, y fomentar el desarrollo integral del ser humano.

"Creo que el deporte es una oportunidad para muchos jóvenes de seguir aportando a la paz, por eso emprendimos esta lucha conjunta para demostrar que entre los cuatro departamentos tenemos los escenarios para recibir a todos los deportistas de Colombia", aseguró el ciclista Nairo Quintana.

Para el mandatario de los boyacenses, Carlos Amaya, está invitación que hacen los departamentos de Boyacá, Casanare, Meta y Arauca, es una experiencia incomparable en la que el deporte y la naturaleza se entrelazan en un tributo a la vida.

El gobernador de Casanare, César Ortiz, manifestó que, esta es la muestra de unión de tierras hermanas que le aportan grandes oportunidades al país; como el caso de Boyacá, que es despensa agrícola y desde Arauca, Casanare y Meta, el aporte de recursos mineros energéticos como gas y petróleo para el desarrollo y crecimiento de la economía del país.

"Esta es una manera de mostrarle al país nuestras bellezas culturales, así como la riqueza natural y turística, pero sobre todo el talento deportivo que tiene estas cuatro regiones", afirmó el mandatario.

La realización de los Juegos Deportivos Nacionales, junto a los Juegos Paranacionales y los Juegos Nacionales de la Juventud, será una gran oportunidad para los cuatro departamentos de promover el deporte, la cultura y el turismo, pero sobre todo de demostrar que es posible organizar un evento de gran magnitud con un profundo respeto por la naturaleza.

En este mismo camino, los juegos se aprovecharían para promover la conservación de nuestros ecosistemas, implementando prácticas sostenibles como la reducción de emisiones de carbono, el reciclaje y el uso de productos biodegradables.