Las palabras sobran cuando las situaciones sexuales que se pueden tornar incómodas, estropean el momento de acalorada pasión. ¿Has dado un paso atrás en plena práctica del sexo oral porque no sabes qué puede pasar si él se viene en tu boca? Tampoco es extraño que te arriesgues a aplicarte un poco de semen en la cara esperando que quite las arrugas de tu piel. No eres una mojigata, no estás loca ni eres una maniaca sexual. En vez de hacerte ideas extravagantes, entérate de las mentiras y verdades sobre el semen y sácale provecho. Ellos no se molestarán
¿Cierto o falso?
Mito 1
Es tóxico si se ingiere: Falso. Está claro que lo que los hombres disfrutan es el blowjob; de ahí a que si en últimas te pasas o no el semen, se convierte en algo que para algunos es placentero y para otros sin importancia. Eso sí: les excita muchísimo poder eyacular en tu boca, y si te le mides, no te preocupes, no contiene agentes perjudiciales para tus órganos o funcionamiento normal del cuerpo.
Mito 2
Puedes contraer enfermedades de transmisión sexual. Cierto: Es importante que con la persona que realizas este tipo de prácticas (sexo oral), tengas la seguridad y la confianza de estar en una relación estable. Tragarse el semen puede contagiarte de VIH Sida si tu pareja es portador de la enfermedad.
Mito 3
Tiene sabor: Cierto. La consistencia varía dependiendo de los hábitos alimenticios de cada hombre. Si consume constantemente cigarrillo o es fumador, tendrás una sensación amarga, dulce si se alimenta de muchos carbohidratos y azúcares o agria si se excede en el consumo de carnes rojas.
Mito 4
Si se masturban muy seguido, pueden dejar de producirlo. Falso. Una vez ya no esté, el mismo organismo se encargará de producir lo que hace falta. El cuerpo de un hombre sano siempre estará creando más reservas.
Mito 5
Apta para juegos eróticos. Cierto. Para los exploradores e intrépidos, y muchas veces en el caso de las parejas homosexuales, el semen es ideal para realizar masajes, untarlo por el cuerpo, tocarse mutuamente y otro tipo de jugueteos eróticos gracias a que su consistencia es voluble. Eso sí: una vez se seca, adquiere un olor algo desagradable. Disfruta pero lávate.
Mito 6
Ayuda para la piel. Cierto. Aunque son poquísimos los productos hechos a base de semen que se comercializan en el mercado, lo cierto es que su composición contiene elementos como fósforo, potasio, calcio, sodio y zinc. Su alta fuente de proteínas tiene propiedades astringentes y antioxidantes. Pero antes de ponerte de científica, ten claro que la mejor forma de utilizarlo es a través de la cosmética. Hace pocos años, un cirujano estético colombiano ideó una crema a base de miel y semen.
Mito 7
Te pone más feliz. Cierto. Un estudio realizado por la Universidad de Nueva York demostró que las hormonas contenidas en el esperma (sustancias como la testosterona y estrógeno) mejoran el humor de las mujeres, por lo que son propensas a “ser más felices” cuando no hay uso del condón.
¿Y eso que contiene?
Además de espermatozoides (apenas un 10%), el semen tiene más de 30 sustancias básicas como la fructosa (y no, no engorda ni al hombre que lo produce ni a la mujer que lo consume), ácido ascórbico, calcio, cloro, colesterol, ácido cítrico, magnesio, ácido láctico, nitrógeno, fósforo, potasio, purina, pirimidina, ácido pirúvico, urea y vitamina B12, entre otros.
Sabías que...
• Una universidad de Irlanda comprobó que el ADN del esperma de los diabéticos afecta la fertilidad de quienes sufren este mal.
• En Florencia (Italia) existe un servicio de repartición de semen a domicilio con un banco privado que lleva a las futuras madres catálogos de sus candidatos. Semen a la carta.
• Con una muestra de semen se puede detectar el cáncer de próstata, según investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).