Colombia entró en la era de la refinación moderna con la puesta en marcha de la primera planta de conversión profunda. Se trata de la Unidad de Coquización Retardada que permite convertir la mayor parte del crudo en productos de mayor valor, inclusive los residuos que se transforman en coque de petróleo.
El coque de petróleo, un sub producto que se obtiene por primera vez en Colombia, es un combustible sólido de alto poder calórico que se usa para generar energía eléctrica en las industrias cementeras y siderúrgicas, y como materia prima para la fabricación de electrodos en la industria de aluminio.
La planta de coquización retardada, produce gas combustible, GLP (gas licuado de petróleo), nafta y gasóleos que, luego de pasar por las unidades de hidrocraqueo e hidrotratamiento de diésel, producen combustibles limpios como gasolina y diésel de ultra bajo azufre. La planta está en capacidad de producir 75 mil toneladas mensuales de coque de petróleo, cuyas primeras 1400 toneladas se obtuvieron ayer.
A la unidad de coquización retardada de conversión profunda se sumarán en las siguientes semanas las unidades de Hidrocracking, las dos hidrotratadoras de diésel y la unidad de alquilación. Con este grupo de plantas, la nueva refinería de Cartagena podrá transformar el 97% del crudo en productos valiosos. Antes esta conversión solo alcanzaba el 75%.
La nueva planta es la más imponente del complejo por su altura y dimensiones, tiene una tecnología de última generación que le permite operaciones totalmente automatizadas, de gran confiabilidad y precisión operativa.
En la construcción de esta unidad, que ocupa un área de 4,5 hectáreas y tiene una altura equivalente a un edificio de 35 pisos, se utilizaron 32.582 yardas cúbicas de concreto.
Con la unidad de coque, la nueva refinería completa 23 de las 34 unidades en operación. En la actualidad la carga a la refinería supera los 130 mil barriles por día, equivalente al 80% de su capacidad total.