En las últimas dos semanas se produjo una arremetida de grupos ilegales contra los oleoductos Caño Limón-Coveñas y Trasandino, y la tubería que conecta los pozos del campo Tibú, con seis atentados y la instalación de 41 válvulas ilegales para hurtar crudo.
Estos hechos afectaron el medio ambiente y las poblaciones rurales aledañas a la infraestructura petrolera en Arauca, Norte de Santander y Nariño.
El atentado más reciente se registró anoche en el oleoducto Transandino en la vereda San Jorge, municipio Mallama (Nariño), donde se presentó un derrame de crudo en el río Güiza. Ecopetrol activó un plan de contingencia para atender la emergencia.
El fin de semana también se detectaron seis nuevas válvulas ilícitas en tuberías (líneas de flujo) de pozos del campo Tibú, en las veredas La Cuatro (3), Serpetino (2) y P15 (1) (Norte de Santander).
El viernes 18 de noviembre se produjo un derrame de hidrocarburo y un incendio en una línea de flujo del pozo TB-293 del campo Tibú, ubicado en la vereda Palmeras, por la instalación de otra válvula ilícita. La emergencia fue controlada inmediatamente por brigadistas de la Empresa y el cuerpo de bomberos de Tibú.
El jueves 17 de noviembre se registró un atentado terrorista al oleoducto Caño Limón-Coveñas, en la vereda Guamalito, municipio de Arauquita (Arauca), que produjo abolladura en el sistema de transporte.
Desde el mismo jueves, Ecopetrol activó otro plan de contingencia para controlar un derrame de crudo en el río Catatumbo ocasionado por una válvula ilícita en el Oleoducto Caño Limón-Coveñas, vereda Vega Larga, municipio Teorama (Norte de Santander).
En total, en 2016 se han producido 42 atentados a los oleoductos (38 a Caño Limón- Coveñas y 4 al Trasandino). De estos, seis han ocurrido en lo corrido de noviembre.
Riesgo para personas y el medio ambienteEntre dos y tres válvulas ilícitas se identifican diariamente en la infraestructura petrolera en las zonas rurales de los municipios de Tibú, Teorama, Sardinata, El Tarra y El Carmen (Norte de Santander).
En noviembre se han detectado 41 válvulas ilícitas en los oleoductos Caño Limón- Coveñas y Transandino, y en líneas de flujo del campo Tibú. En lo corrido de 2016, se registran 481 válvulas ilícitas.
El hurto de crudo es un delito que se ha incrementado en los últimos dos meses. En octubre, al oleoducto Caño Limón-Coveñas le hurtaron cerca de 62.000 barriles de petróleo, con un promedio diario de más de 2.000 barriles, mientras que en el campo Tibú las pérdidas ascienden a 7.900 barriles, un promedio diario de 255 barriles.
La manipulación indebida de las líneas de transporte de combustibles genera un alto riesgo para la vida de las personas, las comunidades y produce contaminación al ecosistema.
Ecopetrol rechazó estos hechos e hizo un llamado a las comunidades para que denuncien cualquier actividad irregular a la línea gratuita 018000917045.