El Oleoducto de Perenco que se extiende desde La Barquereña en San Luís de Palenque hasta la estación de almacenamiento de Ecopetrol en Araguaney, originó una nueva emergencia ambiental en las últimas horas.
El hecho habría ocurrido el pasado domingo, luego de que se presentara una ruptura en uno de los tramos de la tubería, generando un derrame de petróleo en varios predios de la vereda Sirivana, ubicada entre San Luis de Palenque y Nunchía.
El tramo del oleoducto, según habitantes de la zona tiene más de 30 años, por lo que la tubería que se encuentra enterrada a un metro de profundidad afectó fincas, animales domésticos y cultivos de arroz.
En horas de la mañana del domingo, los campesinos se percataron de la presencia de crudo en el agua que rodea los cultivos e inmediatamente avisaron a trabajadores de Perenco.
La ruptura del oleoducto, se dio en el tramo ubicado en la finca “Buenos Aires”, donde el vertimiento contaminó varias hectáreas de arroz y originó una alerta ambiental tras entrar en contacto con una corriente de agua y extenderse a lo largo del terreno de la sabana inundable.
El crudo, contaminó fuentes hídricas aledañas como los caños Moralito, Gurripa, El Espino, Guanapalo, entre otros y arrasó con cultivos, peces y animales de corral de los finqueros, quienes además enfrentan el impacto económico debido a las siembras echadas a perder.
Según María Amador Estepa, propietaria de la finca “Buenos Aires”, la tubería tiene un daño evidente pues presenta múltiples grietas, pese a que hace 5 años se le realizó un cambio. Sin embargo, ello no fue suficiente para evitar derrames de crudo en la zona, que, durante los últimos tres años han sido múltiples.
Ayer, acudió al lugar un equipo de trabajadores de la petrolera para atender la contingencia e intentar controlar el daño ambiental producido por el crudo vertido en las corrientes de agua que rodean las fincas dedicadas a la agricultura, con grandes extensiones de tierra sembradas de arroz y que albergan un gran número de especies animales, afectadas por el derrame.
La comunidad afirmó que ha realizado múltiples y reiterativos llamados de alerta a Perenco, no obstante, la empresa ha hecho caso omiso a los avisos. En octubre del año pasado les manifestaron a los operarios la necesidad de trabajos en la zona para evitar otro incidente ambiental.
Así mismo, María Amador Estepa, manifestó que, pese a los múltiples incidentes de contaminación ambiental ocurridos en la zona, durante años la comunidad no ha contado con el apoyo de Corporinoquia, por lo que pidieron la ayuda e intervención del gobierno nacional a través del Ministerio de Ambiente, la ANLA y la ANH.