Ernesto Cuevas, propietario de la finca El Espino de la vereda Macuco de Nunchía, denunció contaminación por la presencia de petróleo en el pozo profundo del que se abastece de agua en su propiedad.

A la ruptura de un oleoducto ocurrida el mes de junio del año anterior atribuye el finquero el afloramiento de crudo.

Afirmó que, pese a los Derechos de Petición presentados ante la ANLA, Corporinoquia y otras entidades no se conoce ningún pronunciamiento, pero tampoco de Perenco, Ecopetrol y Hocol encargados de la operación de dicha tubería.

Este año se han muerto 17 semovientes entre caballos y reses que toman el agua de una quebrada cercana, al igual que muchos animales de corral, a lo que se le suma que no tienen de dónde captar el preciado líquido.

Don Ernesto dice que se siente desplazado por la industria petrolera y que está buscando a dónde irse a vivir, pues su finca y empresa se vino abajo con la gravísima afectación ambiental.

“Los cultivos de arroz se vinieron a pique y el transporte del agua en tractor para los animales cuesta aproximadamente 600 mil pesos. Ninguna de las empresas responde”, narró decepcionado y triste el campesino casanareño.

Luego de realizar todos los trámites formales, rogar a las entidades responsables del control ambiental a las petroleras, sin lograr ninguna respuesta, decidió tomar videos que revelan la salida de petróleo a través del pozo profundo y enviarlos a los medios de comunicación.

“Haber ver si puede salvar la finca, es mi empresa y estoy a punto de perderla”, señaló Cuevas.

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