Luego de vivir el desplazamiento, tuvieron que refugiarse en Yopal, capital de Casanare, viviendo con toda la familia en una pequeña habitación, en un barrio de invasión por al menos 10 años. 

No solo vivió en la calle, también trabajó en esta para ganarse la vida y ayudar al sustento de su familia como vendedor ambulante; vendió chance, periódico, cargó lavazas, trabajó en talleres y cualquier otro oficio honesto que le puso la vida.

Se formó en los negocios, salió adelante como empresario de tierras, de caballos y de ganado, hasta convertirse en un próspero comerciante de los llanos orientales.

Fue gobernador de Casanare para la vigencia 2016-2019, recibiendo al Departamento en la peor crisis económica de la que se tenga registro, por factores económicos y administrativos relacionados a la corrupción.

A pesar de ello pagó todas las deudas de su departamento que estaba al borde de la quiebra, entre otras razones por un endeudamiento de más de $ 170 mil millones. No obstante, Alirio dejó superávit, un ahorro de al menos $ 30 mil millones; bajó el índice de pobreza del 56 % al 18,3 %, subió la productividad al primer lugar del país, subió al Casanare 12 puestos en competitividad, redujo el desempleo a menos del 9 %.

Implementó cuatro universidades públicas para su Departamento, dos sedes del Sena y una de Uniminuto, dos ‘colegios 10’ garantizando una cobertura del 270 % en educación superior pública. A partir del 2022 todos los estudiantes que salen de bachillerato pueden ir a la universidad desde cero pesos.

Tuvo un cumplimiento de metas del Plan de Desarrollo de 97 % y una eficacia presupuestal de 162 %. En la economía del departamento el petróleo representaba un 72 % y al terminar su gobierno, Alirio dejó la cifra en 37 % debido a la diversificación de la productividad.

A Alirio se le reconoce su capacidad en la consecución de recursos, al haber logrado 2.5 billones en gestión con el Gobierno nacional, lo que significó desarrollo no solo para Casanare sino para la región de los llanos orientales, Cundinamarca y Boyacá.

Fue el mejor en trasparencia, en regalías mejor invertidas a nivel nacional; pasó a Casanare de ser “uno de los departamentos más inseguros a ser uno de los más atractivos para el turismo y para invertir”, según la revista Forbes.

Sus reconocimientos

Presidente del OCAD Regional por 3 años.

Representante de la región en la Comisión Rectora de Regalías.

Finalista mejor gobernador (2016-2019).

Finalista mejor gobernador en prevención vial (2016-2019).

Único gobernador condecorado por la Presidencia de la República (2019).

Único Gobernador condecorado por el Congreso de la República (2019).

Gobernador con mejores regalías invertidas (2018-2019).

Reconocido por el manejo transparente de los recursos por parte de la Contraloría.

Gobernador incluyente por mejores proyectos productivos del país (2016-2019).

Asesor de Naciones Unidas para las regiones.

Más de 60 reconocimientos en diferentes actividades de tipo social y gubernamental.

Ya lo hizo en Casanare, ahora trabajará para que Colombia cuente con:

Promover una verdadera reforma a la justicia.

Educación superior pública para todos.

0 % de intereses en los préstamos educativos del ICETEX.

Formalización de los empleos del sector salud.

Industrialización del campo y sistemas de transformación para proteger al productor del intermediario. El campo es el motor del desarrollo.

Promover las leyes necesarias que permitan cerrar la brecha en asuntos de género y entregarle el papel protagónico que pertenece a las mujeres.

Exigir que el Estado brinde garantías para las víctimas del conflicto armado.

Promover la iniciativa para que la fuerza pública pueda ejercer su derecho al voto y a las reservas se les dignifique con la importancia que merecen.

Participación de la iglesia en procesos de transformación social, proyectos y programas del Estado.