En Yopal, el desarrollo también se escribe con gestos solidarios. Más allá de su labor empresarial en la comercialización de terrenos con proyección urbanística, Inversora Maruz S.A.S. ha demostrado un compromiso constante con el bienestar de la comunidad yopaleña. Durante los últimos años, la empresa ha llevado a cabo acciones sociales que reflejan una visión integral del progreso, donde el crecimiento económico va de la mano con la cercanía y la empatía.

En marzo de este año, con motivo del Día Internacional de la Mujer, Inversora Maruz organizó un sorteo en el que se entregaron dos bonos de 15 millones de pesos cada uno, como reconocimiento al papel fundamental que cumplen las mujeres en los hogares y en la sociedad. La actividad, transmitida en vivo a través de redes sociales, generó una respuesta positiva por parte de la ciudadanía, evidenciando el impacto emocional y simbólico de una acción que va más allá del valor económico. Fue un gesto que valoró el esfuerzo, la resiliencia y la historia de vida de muchas yopaleñas.

Durante la temporada navideña, la empresa también llevó a cabo una serie de visitas a barrios, asilos y comunidades vulnerables, donde entregó alimentos, premios y compartió con niños, adultos mayores y familias enteras momentos de alegría y cercanía. Estas jornadas, impulsadas por el equipo humano de Maruz, reflejan una filosofía que entiende el territorio no solo como un espacio físico, sino como un lugar de vínculos y memorias compartidas. Para quienes participaron, la experiencia fue significativa. “Recibir esa ayuda en Navidad fue algo muy bonito. No es solo la comida o los regalos, es sentir que hay empresas que se acuerdan de uno, que se toman el tiempo de venir, mirar a los ojos y compartir. Eso no se olvida”, expresó doña Luz Marina Torres, habitante del barrio Villa Flor.

Desde su llegada a Yopal, Inversora Maruz ha apostado por una forma distinta de hacer empresa: cercana, humana y consciente de su papel en la transformación social del territorio. Cada acción solidaria responde a una convicción: el desarrollo verdadero ocurre cuando el crecimiento alcanza a todos. Por eso, más allá de su actividad comercial, la empresa sigue construyendo relaciones de confianza con la comunidad, aportando no solo oportunidades de acceso a tierra propia, sino también esperanza, apoyo y acompañamiento en los momentos que más importan.