El cementerio de Monterrey no se salvó de la delincuencia, delincuentes rompieron el candando de la puerta principal, se llevaron la cadena, destrozaron el medidor de la energía eléctrica y se hurtaron el cableado, dejando sin servicio a la capilla del campo santo.

El padre Pablo Socotó, párroco de la Iglesia del Divino Niño, informó que la situación fue evidenciada cuando llegaron a celebrar la tradicional misa de las animas benditas de los lunes.

Residentes de la zona aledaña señalaron que no hay alumbrado público lo que permite el accionar delictivo en la zona.

“Acá esta la historia de Monterrey”, dijo el párroco al lamentar el acto delictivo que afecta a la iglesia católica, a cientos de familias que asisten a honrar la memoria de sus seres queridos y acuden a las celebraciones eucarísticas.