El domingo 25 de febrero a las 10:00 de la mañana, el Sacerdote Manuel Mancera había oficiado una misa en memoria de una persona fallecida con visita al campo santo de Yopal, pero cuando ingresaron hacia la tumba, en la de enseguida había un joven fumando marihuana, consumiendo bebidas embriagantes y escuchando música a alto volumen.
Cuando el clérigo le solicitó mesura y que le bajara la intensidad a la música, para poder cumplir con su oficio religioso, el sujeto se le abalanzó con groserías, improperios, insultos y puños.
Relató el padre que el joven de unos 22 años, se llevó el equipo de sonido, pero al cabo de unos minutos regresó con un cuchillo, empecinado en lanzarse contra su humanidad, lo que ocasionó que los feligreses, adultas mayores, entraran en shock a tal punto que una de ellas se desmayó.
El delincuente incluso se paró sobre la mujer que se había desmayado lo que dejó ver que se trataba de un peligroso individuo.
El padre Mancera dijo que tuvo que esquivar el puñal en varias ocasiones, mientras que el sujeto le pedía que no lo mirara a los ojos y en un descuido del hombre pudo subirse al carro y emprender su camino, pero afuera le esperaban seis sujetos motorizados que le atacaron el vehículo a piedra.
El Padre Manuel Mancera, quien oficia misas a las 6:00 a.m., 10:00 a.m. y 6:00 p.m. los domingos en la Iglesia Santa Rita de Casia, situada en el barrio Las Américas de Yopal, ha sido una figura influyente en la comunidad religiosa local.
Tras el incidente, el sacerdote aprovechó la misa de las 6:00 p.m. para hacer un llamado a los residentes del barrio Las Américas y zonas aledañas al cementerio, instándoles a solicitar a las autoridades un refuerzo de la seguridad en el área.
El padre con preocupación expresó que anteriormente al cementerio asistía gran cantidad de gente, pero el pasado domingo solo había un grupo de personas muy reducido, lo que dejaría ver que hasta el cementerio está siendo invadido por la delincuencia.
El presbítero Mancera señaló que tuvo afectaciones de salud, le dolía su brazo izquierdo y pidió a su mayor superior que le diera un par días de receso para superar su quebranto de salud producido por esa agresión.
En otra ocasión el padre Mancera fue víctima de hurto, intrusos le quitaron todas sus pertenencias del vehículo.