Tania Rincón, hija de Mildre Carolina Rojas Rojas, víctima de feminicidio ocurrido el pasado 5 de noviembre en Maní, denunció públicamente su inconformidad con la actuación de la Fiscalía en el caso que investiga el asesinato de su madre, presuntamente a manos de su expareja sentimental Kilber Alfonso Mariño Ávila.
Rincón recordó que su madre fue brutalmente asesinada dentro del establecimiento donde trabajaba, al recibir múltiples puñaladas. “Acabó con su vida y con una familia entera, especialmente con sus hijas”, afirmó la valiente joven que informó que este viernes 25 de abril se llevará a cabo la audiencia de juicio oral en el Palacio de Justicia, sala 10, a las 8:00 de la mañana, donde se enfrentará por primera vez con el presunto asesino de su madre.
Sin embargo, denunció fallas en el manejo del proceso por parte de la Fiscalía, luego de que se hiciera un cambio de fiscal a tan solo una semana de la audiencia, sin que ella fuera notificada. “Me parece una falta total de respeto. ¿Qué hubiera pasado si yo no me presento a la Fiscalía a preguntar qué va a pasar?”, cuestionó.
Aseguró además que ni el juez, ni la nueva fiscal estaban al tanto de la fecha exacta de la audiencia, ni contaban con los documentos probatorios del caso. “Para ellos este caso parece ser solo un archivo más sobre la mesa, pero detrás de esa carpeta hay una familia destrozada”, expresó.
Rincón lamentó que ha tenido que asumir el proceso casi en solitario, recopilando pruebas y exigiendo respuestas. También indicó que ha enfrentado dificultades en su salud mental, estudios y trabajo debido al profundo dolor que le dejó el crimen de su madre.
Sobre la situación judicial del presunto asesino, Kilber Alfonso Mariño Ávila, informó que el juicio se encuentra en su etapa final y espera que el acusado reciba la pena máxima. A pesar de estar detenido en una carceleta policial desde el día de los hechos, Rincón denunció que se encontraba en posesión de celulares, lo que motivó una investigación gracias al apoyo de una fundación.
Finalmente, pidió a las autoridades actuar con mayor empatía hacia las víctimas indirectas del feminicidio. “Él debe pagar lo que hizo en una cárcel, sentir el peso de las rejas y de su conciencia”, concluyó.