Andrea Avendaño, madre de Harold Barrera, denunció públicamente que su hijo sí fue víctima de hurto la noche del 8 de diciembre, día en que fue asesinado frente a su vivienda ubica en la calle 38 N 2C del barrio 7 de agosto de Yopal. La mujer contradijo versiones difundidas en redes sociales y exigió respeto por el dolor de su familia, además de mayor claridad en el avance de la investigación.
Según relató, su hijo estaba sentado frente a la casa utilizando su celular cuando fue atacado. “Me lo mataron frente a mi casa. A mi hijo sí lo robaron, se llevaron el celular y la plata que tenía de su trabajo. Él venía de laborar todo el día en un lavadero de motos”, afirmó.
La madre aseguró que solo pasaron minutos entre la última vez que lo vio con vida y los disparos que escuchó. Al salir, encontró al joven en el suelo y al agresor huyendo en una motocicleta. El teléfono fue reportado como apagado y el IMEI ya fue entregado a las autoridades para su rastreo.
Avendaño expresó inconformidad con la comunicación por parte de las instituciones encargadas del caso. Indicó que en la Fiscalía le dieron un número de contacto que no correspondía al investigador asignado y que, hasta ahora, no tiene información clara sobre los avances. “No entiendo qué está pasando. Nadie me responde, nadie me dice cómo va la investigación”, añadió.
Sobre los hechos, detalló que su hijo presentaba múltiples heridas de bala y que, de acuerdo con su observación, forcejeó para evitar el robo. Incluso, uno de sus dedos resultó gravemente afectado durante el ataque.
Indicó la madre de la víctima que posterior al ataque lo llevaron hacia el Hospital Regional de la Orinoquia, no abrieron la puerta de urgencias y solo hasta cuando vieron que lo tenían alzado les pasaron una silla de ruedas, ingresó a sala de reanimación y pocos minutos después les informaron que yo no tenía signos vitales.
La familia también enfrentó demoras en el proceso de Medicina Legal, donde la entrega del cuerpo no se realizó inicialmente debido a la ausencia de un médico forense. Las exequias se realizarán en la funeraria Los Olivos.
Harold era estudiante del colegio ITEY donde se había graduado recientemente, Institución que realizó un homenaje póstumo.